El otoño ya está aquí y las noches se alargan y se hacen más frías. El invierno se acerca. ¿Qué tareas se llevan a cabo en el jardín? La estación empieza a hacerse visible, aunque algunas plantas todavía sigan en flor, poco a poco notarás como la mayoría se van marchitando, se caen las hojas y el césped va cambiando su color verde. Entre otras tareas la estación es buena para recoger los restos de especies caducas, desenterrar los bulbos de verano y adaptar la periodicidad de los riegos y el abono. Tenemos que cuidar las plantas, arbustos o árboles de nuestro jardín para prepararlos para el difícil invierno o de lo contrario, habrá que ir pensando en renovarlos por completo el año que viene. Llevando a cabo estos sencillos consejos verás como tu jardín estará maravilloso, incluso en otoño.
 

1 – Labores de plantación y transplante

Es una época muy buena para transplantar porque la tierra aún está caliente del verano, de modo que las plantas tienen todavía tiempo por delante para aclimatarse a su nueva ubicación y formar nuevas raíces.

También se pueden plantar nuevos ejemplares con la conciencia tranquila. Será la última oportunidad de poner algo de color en el jardín antes del invierno. Para las rosas, por ejemplo, el otoño – antes de la primera helada del suelo – es el momento de plantación ideal.
 

2 – Plantar bulbos

Los bulbos de floración primaveral son el deleite con su colorido y el otoño es el momento ideal para plantarlos. Es esencial acertar con la ubicación para que puedan prosperar y florecer. A la mayoría de ellos les gusta la tierra fresca y húmeda en primavera, pero en verano, durante su período durmiente, la tierra puede estar seca y porosa. Conviene plantar los bulbos en la tierra a una profundidad de dos o tres veces su altura. Colocar los bulbos en la tierra con su punta mirando hacia arriba, cúbralos con la tierra de la plantadora y empuje hacia abajo.

 
3 – Cortar hierbas perennes, arbustos y matas

Cuando los arbustos amarillean, sus troncos se doblan hacia el suelo o empiezan a granar: ha llegado el momento de recortarlos. Esto es así porque las plantas están devolviendo la savia a sus raíces. Si no se recortan, pueden debilitarse. Los arbustos y matas pueden recortarse aproximadamente una cuarta parte de su tamaño. No obstante, esto puede variar dependiendo del tipo de arbusto o mata.

 
4 – Recortar cercos

Conviene podar los cercos por última vez en otoño para evitar que se debiliten si se acumula la humedad. Pode los cercos de hoja caduca tanto como pueda sin que se formen agujeros, pues estos no volverán a crecer durante el invierno, y puede adquirir un aspecto pelado. Es conveniente retirar todas las hojas que caen sobre él, en caso contrario, no recibirá suficiente aire fresco y sol y podría pudrirse.
 

 

5 – El césped

En invierno, la humedad, las bajas temperaturas y la debilidad del sol afectan al césped. Por eso, necesita cuidados antes de que empiece la estación fría. Las hojas caídas en otoño deben ser retiradas del césped de forma regular. Las hojas que se dejen sobre el césped lo privarán de luz y favorecerán la formación de manchas secas y parduscas y la aparición de musgo. Asegúrese de no dejar la hierba con menos de 5 cm, pues el césped más largo puede aprovechar mejor una menor cantidad de luz solar. Conseguirá así una mejor resistencia contra malas hierbas y musgo. Se recomienda utilizar un fertilizante de bajo contenido en nitrógeno y un alto nivel de potasio que hace que aumente su resistencia a las heladas.

 
6 – Reprogramar el riego automático

Si las temperaturas disminuyen, lógicamente las necesidades de riego bajarán. Es coherente entonces cambiar la programación del riego automático. El césped, por ejemplo, ya no será necesario que se moje a diario, con dos o tres días a la semana será suficiente. El riego de las demás plantas también deberá adaptarse, lógicamente atendiendo a su biología. Controlar la humedad del suelo es esencial para saber cómo regar el jardín.