El gobierno nacional declaró la emergencia fitosanitaria nacional por una plaga que apareció en los campos de Mendoza, se extendió en menor medida a San Juan y que amenaza a la principal materia prima de la producción local: la uva. Se trata de la lobesia botrana, conocida como la "polilla de la vid", que comenzó a expandirse. La declaración de emergencia obliga a toda la cadena del vino a tomar precauciones extra para mover la producción. La emergencia es hasta el año 2019.
"Se declara la Emergencia Fitosanitaria con respecto a la plaga Lobesia botrana en todo el Territorio Nacional hasta el 30 de junio del año 2019, debiéndose adoptar y/o fortalecer las tareas de control, prevención y vigilancia consecuentes al mismo", indica la resolución del SENASA.
Para atacar la plaga, ese organismo realizará una estrategia de intervención en las áreas donde haya sido detectada, particularmente en Mendoza. La intención es evitar su establecimiento y dispersión hacia otras áreas; es decir que se expanda la polilla.
En ese sentido, se establecerán protocolos especiales de para el movimiento de uva con destino industrial que implique molienda. También se impondrán controles químicos biológicos y prácticas culturales particulares y se ejecutará un plan de contignencia. " Se faculta a la Dirección Nacional de Protección Vegetal a adoptar las medidas técnico-administrativas extraordinarias acorde al estado de emergencia declarado por la presente resolución, priorizándose aquellas áreas donde la plaga haya sido detectada con el objeto de evitar su establecimiento y dispersión hacia otras áreas productoras sin presencia de la plaga y conforme a la evaluación del estado de situación de la misma", indica el SENASA.
De qué se trata
La polilla de la vid produce daños directos en la viña, provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Además favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. "En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción", explica el instructivo.
La plaga estuvo ausente de la región hasta que en 2008 saltó un alerta: en Chile fue hallada y no tardó en llegar a Mendoza. En febrero de 2010 se detectaron ejemplares adultos de la polilla a través de trampas. El hallazgo fue en dos predios próximos a la localidad de Maipú. Por eso en ese momento se declaró por primera vez la emergencia fitosanitaria mediante la Resolución Senasa Nº 122/2010 del 03 de marzo de 2010. Luego se sancionó la ley 27.227 que declara de interés nacional el control de la plaga Lobesia botrana.
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