Con la finalidad de prevenir las enfermedades en las aves, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha profundizado su intervención en todos los eslabones de la cadena avícola, controlando la sanidad animal y la calidad e inocuidad de los alimentos derivados de las aves destinados al consumo interno y al comercio exterior, y certificando estas cualidades.
Desde 1998, el Senasa implementa actividades dirigidas a la prevención de estas enfermedades, entre las que se incluyen el control de las importaciones de animales vivos y productos avícolas, la fiscalización y el asesoramiento respecto a las medidas de higiene y bioseguridad en las granjas, la implementación de todas las técnicas diagnósticas, la vigilancia epidemiológica activa y pasiva, el desarrollo de un plan de contingencia, actividades de capacitación para agentes del Servicio y veterinarios privados y difusión.
Para fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas, el organismo recomienda ahora reforzar los controles de ingreso (minimizar visitas y presencia de personas ajenas, impedir el ingreso de otros animales), instalar y controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con su respectivo desinfectante, controlar moscas y roedores, utilizar e instalar las compostas debidamente y no movilizar guano o aves muertas sin autorización.
También aconseja evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres colocando alambrados de malla antipájaros en las granjas que aún no los tienen y reparando aquellos que no estén íntegros, así como restringir los viajes a países en los que existen focos de influenza aviar.