Por unanimidad, este jueves los jueces Diego Sánz, Eugenio Barbera y Javier Figuerola declararon culpable a un joven por abusar sexualmente de una prima cuando ella tenía entre 5 y 13 años. Lo curioso del caso es que la propia víctima había participado en una manifestación en la puerta de Tribunales para pedir que al acusado lo liberaran. Pero, según Fiscalía, lo hizo inducida por su familia, que por todos los medios trató de que se retractara, haciéndola sentir culpable.

Franco Durán (25, electricista) será condenado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, que comprende penas de entre 4 y 10 años. En el inicio del debate, la fiscal coordinadora de la UFI Anivi Valentina Bucciarelli y el ayudante fiscal Nahuel Ibazeta habían sostenido que pretendían 17 años de cárcel para el imputado, pues consideraban que había provocado un grave daño en la salud mental de la víctima. Sin embargo, para el Tribunal ese agravante no quedó acreditado, por lo que ahora, en el juicio de cesura (desdoblamiento de los alegatos), Fiscalía deberá reajustar su pretensión punitiva.

Por el lado de la defensa, los abogados Agustín Idemi y Guillermo Toranzo habían solicitado que a Durán no se lo declarara culpable, argumentando la inexistencia de los hechos enrostrados por el órgano acusador. Entre sus razones, los defensores señalaron que la propia víctima había pedido por la liberación de su primo.

Esa manifestación fue realizada el 28 de diciembre del año pasado en la puerta de Tribunales. El pequeño grupo de personas, empuñando improvisados carteles con reclamos de justicia, solicitaba la liberación de Durán porque era "inocente" y porque ese día cumplía tres meses preso -según ellos- "injustamente". La víctima era parte del grupo, cuyos voceros habían dicho que la menor había sido manipulada por una mujer que la tuvo alojada (madre del novio de ella), quien la obligó a denunciar para intentar sacar dinero y, al no conseguirlo, la explotó prostituyéndola.

Sin embargo, antes de eso, la joven -actualmente de 17 años- en una entrevista con una psicóloga del Anivi dijo que Durán abusó de ella con manoseos entre los 5 y los 13 años y que a los 11 la obligó a practicarle sexo oral. También expuso que su primo en una ocasión le introdujo los dedos en la vagina (no le atribuyeron abuso sexual con acceso carnal porque en ese entonces regía otra ley).

Según Fiscalía, el relato de esa chica "vulnerable" al acusar a su pariente fue verosímil (según un psicólogo), pues ella dijo que los hechos existieron aunque se sentía angustiada y culpable por las derivaciones del caso, indicadores habituales en las víctimas de abuso.

El imputado primeramente estuvo alojado en el Penal de Chimbas. Luego, el 22 de febrero de este año, pasó a estar detenido en su domicilio, hasta el inicio del juicio. El tribunal dispuso que ahora quede resguardado en la Central de Policía, hasta mañana viernes, cuando se realice el juicio de cesura y conozca el monto de la pena.

UNA CAUSA CON POLÉMICA

El juez de Garantías que inicialmente intervenía en la causa, Federico Rodríguez, había sido apartado por disposición del Tribunal de Impugnación, desde donde resolvieron dar de baja una medida que había concedido. Se trataba de una segunda entrevista videograbada (Cámara Gesell) a la víctima, pedida insistentemente por la defensa, pero no permitida por el Tribunal de Impugnación al considerar que se revictimizaba a la menor. A partir de ese momento comenzó a intervenir la jueza Verónica Chicón, encargada de la causa hasta la audiencia de control de acusación. Fue la Fiscalía la que hizo el reclamo contra la resolución del juez Rodríguez.