El sorteo los puso cara a cara en el partido debut. Tanto serbios como "ticos" entraron al campo de juego del Samara Arena sabiendo que son las "cenicientas" del Grupo que -hasta ese momento- tenía a Brasil como candidato absoluto y a Suiza como el rival con el que deberían pelear el segundo puesto clasificatorio.
Ambos expusieron en la cancha sus limitaciones, pero de los dos fueron los europeos los que tuvieron más ambición. Ante sí tuvieron un rival más preocupado por protegerse que agredir. El técnico Oscar Ramírez utilizó un sistema táctico con cinco defensores, cuatro mediocampistas y sólo un delantero: Marcos Ureña, quien jamás pudo poner en riesgo el arco defendido por Vladimir Stojkovic.
A Serbia no le sobraron las situaciones de peligro pero de haber tenido a su centrodelantero Aleksandar Mitrovic en una tarde certera, el partido podría haber terminado con una ventaja mayor. El futbolista del Fulham inglés desvió un remate, solo, en el primer tiempo y no pudo superar el achique de Keylor Navas, apenas iniciado el segundo.
El arquero del Real Madrid nada pudo hacer a los 11 minutos del capítulo final cuando el capitán del conjunto europeo, Aleksandar Kolarov, clavó un tiro libre perfecto en el ángulo superior izquierdo del arco que defendía y sentenció el partido.