Lo que pasó, pasará: la angustia y todo lo demás. La pandemia por coronavirus pierde su efecto de ansiedad frente a la capacidad humana de mirar más allá: a los avances cotidianos que mejorarán a la humanidad, una vez que se resuelva este escenario.
Allí, aquí, el consumo de series no sirve solo para evadirse, sino para entender qué situaciones del futuro, virtuales y reales, se volvieron más reales con el home office. Y cuáles de las mejores ficciones de estos tiempos no solo alertaron sobre los cataclismos sanitarios o ambientales: esbozaron alternativas para superar esta angustiante coyuntura planetaria.
WESTWORLD
En la pantalla, una nave cuadrada se eleva desde una plataforma ultramoderna frente a la línea de rascacielos de una gran ciudad vacía, que parece Los Ángeles. ¿O será un dron, y simula ser más grande por el plano engañoso de la cámara?
Los robots y las mentes programadas son parte del día a día, y algún día se vengarán de la esclavitud a la que los condenaron los mortales. Esto es lo que muestra la tercera temporada de Westworld, sobre los autómatas hartos de ser objetos de deseo o de perversión de los humanos.
THE HOT ZONE
Esta miniserie aporta un ejemplo: una luz de salida. Y dice que la ruina mundial nunca será culpa de África. Habla del virus del ébola, que se difundió en 1989 en los monos apresados en un laboratorio de Washington.
Los negocios de los medicamentos y el pánico no vencieron a la razón: un equipo liderado por Nancy Jaax (la actriz Julianna Margulies) manejó el operativo para evitar que se propagara, lidiando con burócratas patológicos sin interés en salvar a la humanidad.
Years and Years
Esta miniserie inglesa política y distópica muestra cómo lo digital, los smartphones y las innovaciones influyen cada vez más en la sociedad. ¿Para bien o para peor, como asimismo plantea Black Mirror? En Years and Years, la adolescente afrobritánica Bethany Lyons (Lydia West), hija de Stephen y Celeste, abre un dilema que algún día no será tan irreal. “Mamá, papá, quiero decirles algo. Yo me defino como ‘transhumana’. Quiero subir mi conciencia a la Nube de Internet”, les dice en Manchester.
Esto es posible en este contexto, en el que la revolución de las conexiones acerca información pero aleja a muchos, y los hace tener ideas extrañas: con temor al de al lado, y pidiendo un líder que los castigue sin más. Pero Internet puede servir también para develar los fraudes financieros masivos, o para que la familia Lyons no vean caer su conexión emotiva: física y por 4G, a través de distintos puntos del planeta.
TARDE BABY
En una realidad irónica postapocalíptica, cuatro amigas se guarecen en un motorhome para empoderar sus derechos de género y para evocar, mordazmente, hechos machistas y misóginos que sufrieron en el pasado.
“¿Qué se piensan, que si sale la ley del aborto todas vamos a ir a abortar corriendo?”, bromea la comediante Malena Pichot en su show de stand-up feminista Estupidez compleja. Ese mismo chiste inspiró a Pichot una de las escenas más graciosas de Tarde Baby, esta premiada serie web argentina de UN3.TV: una legión de mujeres corre por las calles para la clínica. Pensar que ocurrirá así es un delirio, y contarlo con humor será el mejor antídoto contra la sinrazón. Porque este miedo de los fanáticos religiosos nunca sucedió ni sucederá.
THE RAIN
Luego de la cuarentena, ¿cuánto tiempo se tardará hasta que la gente respire sin ansiedad ni vigilancia hacia sus pares? ¿Habrá que salir pronto o dentro de unos meses?
Esta serie danesa abona una teoría conspirativa: los efectos de un virus exterminador generado por una corporación para dominar a la población. Se manifestó en forma de una lluvia tóxica, y persistieron unos pocos, recluidos en bunkers.
TALES FROM THE LOOP
Una serie fantástica para imaginar mundos mejores… y no tan impensados. Eso es lo que busca mostrar, con sus contradicciones, esta ficción de capítulos unitarios o autoconclusivos que llegará en pocos días: Tales From the Loop (“relatos desde el bucle”, la repetición de secuencias de vida que parecen programadas o digitadas por circuitos visibles e invisibles).