En Alemania hay al menos cinco minas de sal que sirven para contener distintos tipos de desechos de las plantas nucleares.
 

Tal como anunció hace más de un año DIARIO DE CUYO,  comenzó un operativo logístico de grandes dimensiones para trasladar  100 toneladas de mercurio de la mina Veladero  hasta el puerto de Santo Antonio, en Santiago de Chile. El residuo contaminante, que era almacenado en estado líquido desde 2012, viaja en botellones de acero, colocados en contenedores, que son transportados en camiones. Pasará por seis provincias del noroeste argentino y nueve países hasta llegar a su destino final en una mina de sal en Alemania, donde quedará sepultado.

El envío a Europa cuesta 1,5 millones de dólares cada 100 toneladas, y lo realiza la empresa suiza Batrec, especializada en el manejo de residuos peligrosos. El operativo es monitoreado por la policía ambiental de las distintas jurisdicciones que recorre.

“Serán varios camiones (se calcula que entre tres y cuatro) para transportar las 100 toneladas de mercurio, de un total de 440 toneladas que tenemos almacenadas”, explicó Álvarez al diario Clarín. La caravana con el mercurio líquido dará una vuelta de más de 2.400 kilómetros para llegar al puerto de San Antonio, en la región chilena de Valparaíso, que está a solo 775 kilómetros de distancia de la mina.

“Dimos la autorización para salir, aunque la hora y el momento lo determina la empresa suiza por las condiciones climáticas”, aclaró en la noche del martes el gerente. El cargamento partió en la madrugada de este miércoles desde San Juan para atravesar La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Cruzará a Chile por el paso de Jama (4.200 metros sobre el nivel del mar), hasta el puerto chileno que se encuentra a solo 108 kilómetros de la capital, Santiago. “La empresa nos ha comunicado que han optado por esa ruta porque es la más segura y menos riesgosa”, dijo el director general de la mina Veladero.

Una vez que el mercurio sube al barco en el puerto chileno emprende un camino por nueve países, donde también se pidió autorización para transitar: Perú, Panamá, Bahamas, Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Francia y Suiza. El residuo peligroso recibirá un proceso de estabilización en Suiza, donde al mercurio líquido se lo transforma en sulfuro de mercurio para volverlo al estado sólido. Luego, será trasladado a una mina de sal en Alemania, donde quedará sepultado.

La empresa minera propiedad de la Barrick y Shandong Gold confirmó que son varios los organismos públicos que participan de la operación: “Obtuvimos los permisos de la Secretaría de Ambiente de la Nación y su par de la provincia de San Juan para hacer el retiro de los residuos tóxicos y la disposición final que será en Alemania”, dijo Álvarez. La Aduana Argentina hará la entrega del material tóxico a la empresa Batrec.

El ejecutivo aseguró que todo el operativo se lleva adelante en cumplimiento de los tratados medioambientales firmados por la Argentina: el Convenio de Basilea, que hace la gestión responsable del residuo peligroso, y la Convención de Minamata (2013), que identificó las aplicaciones del mercurio y las alternativas para reemplazar su uso y proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropógenas de mercurio y sus compuestos.

 

Fuente: Clarín