Es uno de los directores jóvenes más respetados y vuelve a San Juan para conducir, con músicos locales, una de sus creaciones más queridas y aclamadas. Luego de su primera vez con Drácula, el año pasado, Damián Mahler subirá al escenario del Teatro del Bicentenario su "Back to the orchestra", en una versión aumentada a la estrenada en el Luna Park y que viajó por varias partes del mundo. Hijo del genial Ángel Mahler, Damián no reniega del apellido ni del camino recorrido junto a su consagrado padre. De hecho se preparan para estrenar en junio un concierto basado en la banda sonora de Jurassic Park, como ya hicieron con ET. Es la música de películas icónicas que marcaron su vida lo que impulsó a Mahler hijo a crear este concierto que el 19 y 20 de mayo compartirá con los sanjuaninos, junto a la Orquesta Sinfónica de la UNSJ.
– ¿Cómo surgió Back to the orchestra?
– Es un espectáculo en el que pudimos reunir a un montón de bandas sonoras que me apasionan mucho, que forman parte de mi vida, de mi infancia y la de muchos. La década del ’80 fue una época muy inspirada en lo que tiene que ver con la música y el cine, que se vio reflejado en grandes películas y grandes partituras. Por eso es una vuelta a ese material, a ese mundo de fantasía y de ciencia ficción donde recorremos un poco el videoclub, es como ir otra vez a alquilar tu peli favorita. Creo que el espectador también lo vive así y estamos súper contentos de poder llevarlo a San Juan.
– ¿Cómo elegiste qué bandas incluirías?
– Es un proyecto de pandemia, nacido en pleno zoom. Lo desarrollamos íntegramente con Javier Fernández, mi socio en esto, y la verdad que fue un sueño que se iba postergando y la vuelta de los shows no llegaba nunca. Así que la cuarentena dura la pasamos investigando las diferentes películas, volviendo a ver casi todas las de esa época para intentar captar el espíritu lo máximo posible y hacer que este concierto sea una vuelta a esa época ochentosa maravillosa.
– ¿Cómo fue el abordaje a las partituras y arreglos?
– Hay mucha música que quizás estaba lista para ser tocada por orquesta y mucha que no, mucha música de esa época que se hacía con sintetizadores, con instrumentos que no estaban preparados para una orquesta. La música de ET, La guerra de las galaxias, Indiana Jones sí estaban para orquesta, pero tenemos un popurrí de piezas que son pequeños fragmentos de las aperturas de los programas de animación: Los centuriones, He-Man, Las tortugas ninja, Los caballeros del Zodíaco… todas esas series que de niños veíamos una y otra vez. Había que escuchar esa música e intentar, detrás de todos esos efectos de audio, recrearlos, poner eso junto. También hice una suite de 8 minutos de la Historia sin fin. Hay momentos de películas que quedaron impregnados en nosotros y la música tiene mucho que ver en eso.
– ¿Cuáles son tus favoritas?
– ET, Jurassic Park, Star Wars, Volver al futuro son de mis favoritas. Siempre la música fue protagonista en el cine, muy importante, naturalmente más en algunas que otras; pero creo que este género de ciencia ficción permitió que los músicos tiraran toda la carne al asador, porque es un género que se presta a lo épico, a tener total libertad e imaginación con lo que se podía crear.
– Trabajarás con músicos locales, ¿cómo será ese encuentro?
– Los músicos de la Orquesta están acostumbrados a hacer un repertorio sinfónico en forma habitual, así que no hay ningún impedimento para que puedan hacerlo, por suerte. Con San Juan estamos dando el primer paso en este sentido, por eso estamos muy entusiasmados no sólo por hacerlo en San Juan sino en el Teatro del Bicentenario que es absolutamente alucinante y la gente lo va a disfrutar.
– ¿Qué es Drácula para vos como obra y en función de la relación con tu padre?
– Drácula es la sonoridad de mi infancia en familia. Tanto mi hermano como yo crecimos con Drácula, siendo partícipes de lo que fue y sigue siendo. En San Juan, hace un año nomás, fue apasionante ver el cariño que le tiene la gente; creo que es parte de la cultura argentina. Siempre es emocionante estar en contacto con eso y darse cuenta la relevancia que tiene no sólo para mí sino para todos, para los muchos que la han visto y la vieron una y otra vez. Es un orgullo familiar sentir que una obra que hizo mi papá es algo que lo va a trascender a él y muy posiblemente a mí y formará parte de la historia.
– ¿Cómo fue tu acercamiento a la dirección?
– Siempre fui muy curioso y eso me llevó a conocer el ámbito de la música y después en la dirección siendo bastante chico. Había y sigue habiendo algo que me resulta muy interesante de la dirección orquestal que es compartir música con la gente, porque no solamente hacerla sino hacerla con un grupo determinado de personas. Entonces disfruto mucho, me gusta del director que en primera instancia es un coordinador, coordina que todos los músicos toquen juntos. Después nos encargamos de leer qué hay detrás de las notas e intentar compartir, a través del gesto, esas percepciones nuestras con los músicos. Y suena muy filosófico, pero es como el gran misterio de la música que se logra. La dirección orquestal me dio esa posibilidad de explorar ese universo con las obras de mi papá. Era lindo intentar descifrar cosas que yo veía o que incluso mi papá no las había compuesto con esa idea. Había una colaboración mutua que se hacía linda en teatro, con ET fue lindo compartirlo.
-¿Pesó de ser hijo de Ángel Mahler?
– No, la verdad que no. Tengo una relación con mi papá que es muy sana, supo ser generoso y ayudarme a dar mis primeros y no tan primeros pasos en eso y siempre fue muy atento y generoso de poder ayudarme a generar las oportunidades para que yo pueda hacer experiencia. El compromiso, más que con el apellido, siempre es con la música. En la música no hay "hijo de", uno es el único que lo puede sostener: "Sabés dirigir o no sabés dirigir", eso no tiene que ver con el apellido.
– ¿Te acordás la primera vez que dirigiste?
– Sí, obvio, porque fue una experiencia rara. Mi abuela se estaba muriendo, la madre de mi papá; y mi papá me llamó un día y me dijo que él iba a estar todo el día en la clínica y no iba a poder a dirigir la función de esa noche de "Otelo", del dúo Cibrián-Mahler en ese momento. Yo estaba estudiando dirección, más o menos sabía mover los brazos! y fui y dirigí esa obra que duraba 2 horas cuarenta y que no había estudiado esa partitura hasta después del llamado. Eso fue 2009, yo lo acompañaba a mi papá en todo, pero tenía 21 años. ¡Salimos! Los músicos me ayudaron a mí más que yo a ellos. Mi abuela murió poco después que llegué al hospital, así que siento que fue una despedida y un empuje que ella me dio.
EL DATO
Back to The Orchestra. Viernes 19 y Sábado 20, 21hs. Teatro del Bicentenario. Show sinfónico con música de cine y series. Dirección Damián Mahler, con Orquesta Sinfónica de la UNSJ. Entradas: $1.200, 1.500, 1.800, 2.500, 3.500, en boletería y en www.tuentrada.com