Sencilla, bella, siempre sonriente, Julia Roberts es una de las mujeres más hermosas y admiradas de Hollywood. Su papel en Mujer Bonita (1990), filme que acaba de cumplir 30 años desde su estreno, la catapultó a la fama. Gracias al éxito de Pretty Woman, donde interpretó a una prostituta que se enamora del millonario encarnado por Richard Gere, se convirtió en la reina de las comedias románticas llegando a compartir cartel con casi todos los galanes de la industria y en un ícono de la moda. La ganadora de un Oscar, dos Globos de Oro y un Donostía, profundizó su carrera artística y su fortuna, valuada en 135 millones de dólares.
Su abundante cabellera y su amplia sonrisa fueron su sello personal, aún hoy, a los 53 años puede decir orgullosa que no pasó por el quirófano ni se puso botox. Ella aboga por lo natural, tiene una rutina estricta de protector solar, limpieza e hidratación nocturna. También suele nutrir su cutis pero en lugar de una costosa crema, utiliza mezclas caseras como una de banana y palta, su preferida. También se cuida con las comidas, aunque confiesa que le cuesta mucho dejar los carbohidratos. "El agua lo es todo y dormir, lo cual es imposible para muchas madres", aseguró la actriz que tiene tres hijos. Roberts practica yoga, pilates y pliometría, un entrenamiento que se enfoca en ejercicios con saltos a desniveles.