Rosa Rochetti fue la primera directora que tuvo Cáritas en San Juan. La mujer, que tiene 84 años, es madre y tiene nietos y bisnietos, contó cómo recuerda el nacimiento de esta institución y destacó que siempre estuvo rodeada de buenas personas. Siente orgullo de ser parte de la historia de este grupo arquidiosesano y dijo que cuando ve cuánto creció Cáritas en estos 40 años siente que vio el paso de los años de un hijo suyo. Con mucha alegría la mujer contó cómo fue que inició este sueño que hoy comparte con gente de casi toda la provincia. 

 

– ¿Cómo fue su paso por Cáritas?

– Siempre recuerdo que Cáritas nació con mucho amor. Ya ni me acuerdo cuánto tiempo estuve en la dirección, pero fueron muchos años. Siempre estuve acompañada de gente excelente y sé que todos buscábamos lo mismo: trabajar por la obra del Señor. Fui la que empezó a caminar esta huella. No fui la mejor, pero Dios me puso en ese camino y agradezco haber podido servir en algo, aunque sea un poquito. 

 

– ¿Cómo empezaron?

– Estábamos trabajando en la parroquia de Trinidad y monseñor Sansierra -por Ildefonso María Sansierra- comenzó con esta ilusión. Nos buscó para que ayudáramos en el terremoto del 77. Éramos un grupo de mujeres que trabajábamos en la parroquia. Haciendo lo que podíamos. Lo hicimos para ayudar al prójimo. 

 

– ¿Qué siente al ver que Cáritas creció tanto?

– Mucha emoción. Siento como que vi crecer a un hijo más. Siempre estuve muy agradecida de haber podido servir. 

 

– ¿Cómo trabajaban en los inicios?

– Siempre recuerdo que teníamos una institución que podía dar la mano a quienes lo solicitaran. No importaba el color, la fe, o lo que fuera. Había ayuda para todos. No existían las diferencias ni políticas ni de ninguna otra índole. Era solo servir a Dios y a los necesitados.