Señor director:
En este día Internacional de la Mujer, deseo expresar esta reflexión a modo de homenaje para todas las mujeres del mundo. Mujer, comienza por encontrar "tu centro". Eres conciente de tu cuerpo y espíritu. Desvincúlate por un rato "del otro" o "del afuera". Podrás sentir y decir – Yo mujer, dejando roles de madre, esposa, amante, amiga, profesional, ciudadana, etc. ¿Qué me identifica? Una gran sensibilidad. Gusto por la delicadeza, armonía, ternura. Descubro en este ser, una exclusividad que me agrada. No un ser superior a otro, sino, propio de "La Mujer". Que estuvo dentro de aquella mujer quizá sojuzgada del pasado. Que está dentro de la actual, que quiere parecerse al hombre, sin darse cuenta, que lo que pierde, es su propia esencia. La palabra "Mujer" lleva en sí, una musicalidad, un aroma, una delicadeza, que no es debilidad, incapacidad, sino nota distintiva de finura y belleza de corazón propia, que debiera ser motivo de orgullo y estandarte. ¿Por qué negarlo? ¿por qué querer cambiarlo? La sociedad necesita, además de todas las capacidades de la que puede desplegar, no perder esa esencia, así pasen los tiempos y costumbres. Mujer, tu ternura, fortaleza junto a tu finura, te distingue. Ilumina con tu amor y belleza de corazón, esta tierra.
