"Estamos comenzando la Semana Santa de un año electoral. En este contexto me permito compartir estas reflexiones que brotan del corazón de pastor que quiere ser cercano a Dios y a los hombres y mujeres de nuestro pueblo", indicó el arzobispo de San Juan.

Monseñor Jorge Lozano en su mensaje anual a los líderes aclaró: "No pretendo realizar una lectura política, que escapa a mi lugar y competencia", agregando: "Pienso en el ámbito político, social, sindical, organizaciones sociales, ONGs, empresas, cooperativas todo lo que implique construcción comunitaria".

Todos "podemos constatar el anhelo generalizado de paz. En las familias, los barrios, el mundo. Pero no todos nos comprometemos en su construcción, que lleva tiempo y perseverancia en la tarea. Las ansiedades nos pueden jugar en contra".

Es necesario "multiplicar arquitectos y artesanos de la paz. Arquitectura y artesanado son dos dimensiones diversas y, a la vez, complementarias. La primera se ocupa de diseñar, programar, calcular pasos y etapas. La segunda va trabajando sobre la obra conforme van respondiendo los materiales, sea la madera, la arcilla, la piedra".

"Algunas personas con capacidad de liderazgo social y político tienen cualidades para proponer e impulsar las arquitecturas en vistas a construir la paz en un delicado camino para tener en cuenta las ideas, las historias, las posibilidades en cada contexto. Otras, son capaces de generar oportunidades por medio de gestos espontáneos que afianzan los vínculos, distienden relaciones y acercan corazones. En los tiempos que vivimos ambos oficios son necesarios y complementarios. Por eso, afirma Francisco que ‘en muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia’". (Francisco, Fratelli Tutti FT- 225), indicó monseñor.

PERIFERIA

Para Lozano, "nadie debería sentirse afuera de aportar a la construcción de la paz y del bien común, poniendo en juego sus talentos, su tiempo, sus propias capacidades. No es una construcción mágica, requiere trabajo, tenacidad, paciencia y generosidad poniendo en el centro a las personas y a nuestra casa común". "Cada uno de nosotros está llamado a ser un artesano de la paz, uniendo y no dividiendo, extinguiendo el odio y no conservándolo, abriendo las sendas del diálogo y no levantando nuevos muros’". (Francisco, FT 284).

Una de las claves para el bien común "es la certeza de pertenencia a un pueblo: ‘Cada uno es plenamente persona cuando pertenece a un pueblo, y al mismo tiempo no hay verdadero pueblo sin respeto al rostro de cada persona. Pueblo y persona son términos correlativos’". (Francisco, FT 182).

Francisco nos propone, citó: "Cuatro principios que orientan específicamente el desarrollo de la convivencia social y la construcción de un pueblo donde las diferencias se armonicen en un proyecto común". (Francisco, EG 221). Y se detuvo en el primero de ellos: "El tiempo es superior al espacio".

Experimentamos "una tensión entre la plenitud deseada y el límite que casi inevitablemente topamos. Una sana tensión entre la coyuntura concreta y el horizonte que anhelamos. ‘La utopía nos abre al futuro como causa final que atrae’ (Francisco, Evangelii Gaudium -EG – 222). El deseo nos mueve a la búsqueda de caminos que nos liberen de la opresión. Los sueños nos llevan a la entrega generosa de la vida y nos liberan de ser calculadores mediocres cortoplacistas".

Para Lozano es necesaria "la convicción de que la coyuntura es cambiante. El horizonte, en cambio, permanece. Por eso es fundamental ‘trabajar a largo plazo sin obsesionarse por resultados inmediatos’". (Francisco, EG 223).

"Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica, consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos’". (Francisco, EG 223). Para ello, "es importante liberarnos de la ansiedad de los resultados inmediatos, pero mantener convicciones claras y tenacidad".

MÁS LEJOS

"Otra de las enseñanzas de nuestro Papa es que ‘andando solo se llega más rápido, pero con otros se llega más lejos’. Los procesos no siempre producen réditos políticos inmediatos, que son tan rápidos como efímeros y no construyen plenitud humana", destacó.

Pensemos en la enseñanza de Jesús en la parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13, 24-30). Ambos crecen juntos, pero vence la bondad del trigo que se manifiesta con el tiempo.

"Evoquemos, por ejemplo, la gesta libertadora del general San Martín, tan cercana a nuestra tierra, o el derrumbe del muro de Berlín de apariencia inexpugnable durante décadas. En la Pascua celebramos la Resurrección de Cristo; el triunfo de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, de la paz sobre la guerra", afirmó.

Y concluyó: "Le pido a Él, principio y fin de la historia, nos ayude a renovarnos en el sueño de un Cielo nuevo y una Tierra nueva donde habitará la justicia".

 

> Ni un pibe menos por la droga

Con la inspiración de las palabras del papa Francisco, invitando a trabajar por "una patria donde la fraternidad, la solidaridad, la justicia y el bien común no sean meras palabras", el arzobispado de San Juan de Cuyo y la Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz realizaron la Jornada de Espiritualidad para Líderes Políticos, Sindicales, Sociales y Empresariales.

El encuentro se llevó a cabo el sábado 1 de abril, en la Casa del Movimiento Emaús del departamento 9 de Julio. Contó con la disertación del presbítero José María "Pepe" Di Paola. Todas sus reflexiones estuvieron enmarcadas en los 40 años ininterrumpidos de democracia y los 10 años de pontificado de Francisco. Resumió incluso las dificultades, del entonces obispo y cardenal, obtenidas de rescatar más de 40 mujeres de la trata de blancas y más de 300 personas del trabajo esclavo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante aquellos años. 

La Comisión de Justicia y Paz Arquidiocesana planteó como motivo del encuentro -realizado una semana antes del inicio de la campaña electoral en la provincia- la presentación de la mirada del sacerdote sobre la realidad social argentina. 

El padre Di Paola presentó a su vez la visión al respecto de Jorge Bergoglio como obispo y papa: "Los problemas que siempre lo han inquietado con respecto al combate contra la trata de personas y la drogadicción, su relación con los curas villeros y la importancia que les daba a los movimientos sociales y espirituales en las villas".

En la segunda parte, el padre Pepe retomó la palabra para invitar a firmar el acuerdo "Ni un pibe menos por la droga", en relación con el que cada dirigente, desde su lugar, se comprometió a realizar un aporte concreto a la causa.

Estuvieron presentes dirigentes políticos del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de San Juan, candidatos de casi todos los partidos, dirigentes de los 19 departamentos, miembros de la Mesa Interreligiosa, referentes de universidades y representantes de la agroindustria y del sector empresario.