Pablo Agustín y Bárbara Martínez son dos jóvenes que iniciaron su carrera artística mediante su canal de Youtube, donde hoy tienen casi un millón de suscriptores. Con ese bagaje llegan por primera vez a la provincia, para presentar su show "Bajo Ningún Término". DIARIO DE CUYO habló con Pablo previo al espectáculo sobre lo que es ser "youtuber", la exposición y la interacción con los jóvenes. 

 

 

– ¿Cómo trasladan su comedia en Youtube al escenario teatral? 

– En nuestro canal, tenemos miles de suscriptores y hacemos contenidos variados como sketchs de comedia, covers y cantamos. En el show teatral en vivo, es una adaptación de lo que hacemos en Youtube, hay sketch de comedia, stand up y bloques musicales, monólogos. Tenemos actuación, la diferencia es que en el teatro no se puede repetir.  

– ¿Desde cuándo vienen trabajando? 

– Hace cinco años que estamos en esta carrera. Estuvimos los primeros cuatro muriéndonos de hambre y recién el año pasado empezamos a hacernos conocidos en Internet con un video que se llama homofobia en Buenos Aires, donde salía por las calles de la ciudad, con un chico tomado de la mano y abrazado y eso tuvo mucha repercusión en los noticieros, hasta en España. A partir de ahí, continuamos creando contenidos y pudimos emprender proyectos que salen de Internet, como este show. 

-¿Sufren críticas por su identidad sexual? 

– Discriminación existe en todos los ámbitos. Argentina avanzó mucho pero todavía le falta. Es algo que lidiamos más en lo social, no tiene que ver con ser Youtuber, o de estar expuesto. Es un problema que todavía les afecta a muchas personas y que pueden ser víctimas. 

– ¿Y cómo manejan la sobreexposición? 

– La plataforma que elegimos está al alcance de cualquier persona que quiera expresarse. Me parece que es el modo más democrático por si la gente quiere consumirlo o no. Es muy diferente al reality, que está regulado por un casting y un productor te tiene que dictar lo que se tiene que decir. En Youtube todo es más orgánico y espontáneo. Y con la exposición, nos acostumbramos a muchas cosas. Tenemos públicos muy adolescentes, muy fanáticos y a veces puede ser peligroso, porque algunos nos tiran del pelo, nos rompen la ropa, esa parte es difícil porque salimos de un teatro y parece que somos atacados por cientos de personas. Pero eso es parte de esta carrera y nos gusta. Elegimos esto, nos gusta actuar, cantar, crear contenidos diferentes a los de la televisión. Tenemos influencias de Jana Molina, de Diego Capusotto, que son estilos muy rupturistas de la televisión. Ellos fueron los pioneros en explotar este recurso. 

– ¿Cómo definís a un youtuber?  

– Son muchas cosas juntas. Depende de lo que hagas, al igual que en la televisión. Un youtuber puede ser muchas cosas distintas. No se pueden meter a todos en la misma bolsa, hay de todo para todos los gustos.  

– ¿Considerás que es equiparable a ser un artista? 

– Sí, porque es lo mismo que ser actor o cantante, lo que cambia es la plataforma, el soporte con lo que se hace.

Lo mismo pasó cuando apareció la radio y la televisión. Pero repito, es sólo una plataforma, no sé si youtuber sea una carrera. En mi caso, me considero actor, cantante, humorista… para mostrar lo que hago, uso simplemente a Youtube. 

– A la hora de pasar al escenario, ¿exige una preparación mayor?  

– No lo sé, porque trabajamos mucho en gira los fines de semana, en los videos cotidianos que hacemos, estamos todos los días en reuniones, ser youtuber implica mucho laburo. El teatro es una parte de eso, estamos bastante atareados, pero felices con lo que hacemos y agradecidos por la oportunidad que nos da el público. 

– ¿Cómo interpretan a los jóvenes que los siguen? 

– Somos una generación mucha más abierta que la anterior por suerte, pero es verdad, que la generación anterior, nuestros padres, marcaron una fuerte influencia en nosotros. El hecho de que se hable más del tema y se naturalice más, eso hace que se cambie de opinión. Hace 20 años atrás a la homosexualidad se la utilizaba para ridiculizarla en la televisión, esa falta de comunicación honesta y de visibilidad, acentuó a que se formara un pensamiento muy cerrado y conservador. Ahora todo está más expuesto y los chicos se repreguntan muchas cosas que antes no hubiera sido posible. 

– ¿Cómo reaccionan ante los comentarios positivos o negativos? 

– Esto es un arma de doble filo. Si nos afectan los comentarios buenos, también los malos. Yo hago terapia hace un tiempo, no por esto precisamente, pero me ayudó a entender muchas cosas. Cuando un chico me dice te amo y que soy el mejor del mundo, pero yo soy un artista que lo estoy entreteniendo, pero en realidad no lo salvé de nada. Lo que hace es una transferencia de sentido. De la misma manera cuando nos dicen que nos odian, nos van a matar, también transfieren su frustración de algo en nosotros. Es decir, mientras entienda que son personas desconocidas y ahí está la estabilidad emocional necesaria para separar las cosas, porque si no, uno se vuelve loco. El día que tengamos público somos los mejores y el día que no nos ve nadie, somos una mier… La verdad que eso no es así, una cantidad de comentarios o la cantidad de seguidores no nos pueden definir como persona o como artista. 

 

Dato 
Fundación Protea presenta Bajo Ningún Término, el sábado 27 en el Teatro Sarmiento. Anticipadas en Data y boletería, de 11 a 13 y de 18 a 20. El día de la función desde las 11 (corrido). Meet&greet, agotado. Entrada $300.