Se conocen desde chicas y comparten un pasado que les truncó el sueño de estudiar. Pero también las une la misma fuerza de voluntad y actitud positiva para superar barreras. Son un grupo de vecinas y amigas de Ullum, de entre 31 y 54 años, que se convirtieron en un ejemplo de superación. Este año, no sólo comenzaron a cursar el secundario, desafiando sus propias limitaciones, sino que hasta escribieron un libro sobre su tierra natal. La obra se llama ‘Enamorado de Ullum’ y contiene parte de la historia, economía, geografía y turismo del departamento como también algunos personajes populares que no aparecen en un material de estudio.
Todas pertenecieron a familias muy humildes y numerosas en las que, por las malas condiciones económicas que las aquejaba, no había recursos para estudiar. Es por eso que este grupo de 9 vecinas y amigas (sólo 3 pudieron asistir a la nota) no pudo hacer el secundario. Pero que no descartó el sueño de poder hacerlo algún día. ‘Todas tuvimos que salir a trabajar de muy chicas para ayudar con la casa. Después nos casamos y tuvimos hijos a los que les dimos estudio. Y con el afán de ayudarlos con sus tareas o al menos poder charlar con ellos sobre determinados temas, nos comenzó a surgir la inquietud de estudiar’, dijo Norma Muñoz, de 51 años.
Completar los estudios fue el tema que tocaron en una de las tantas charlas de amigas y que sometieron a debate poniendo sobre la balanza los pro y contra de estudiar ‘a estas alturas de la vida’. El orgullo y la satisfacción personal pudo más que ‘todas’ las limitaciones. ‘En Ullum no había un Plan Fines para ingresar así que vamos a uno que se implementó en Zonda con clases en el Centro de Jubilados de ese departamento. El horario de cursado son los miércoles y viernes de 15 a 17,30 y ahí no surgió el primer obstáculo’, dijo Hilda Gil, de 42 años.
Esta alumna contó que el colectivo que va de Ullum a Zonda pasa a las 12 y vuelve a las 21, un horario muy diferente al del cursado. No les quedó más opción que trasladarse en remís. ‘No siempre tenemos para pagar el pasaje, pero nos ayudamos entre nosotras para no faltar a ninguna clase. Es que con la edad ya estamos bastante oxidadas y nos cuesta entender los temas y estudiarlos por eso tratamos de no faltar. Por eso me parece increíble que hayamos podido escribir un libro’, dijo Dora Tobares de 54 años, la mayor del grupo.
El proyecto de una obra literario surgió en la clase de Ciencias Sociales que dicta Silvana Aciar. La docente les propuso investigar sobre su departamento como un trabajo práctico. La propuesta fue tan ‘tentadora’ que terminó con la publicación de ‘Enamorado de Ullum. ‘Para nosotras fue un gran desafío encarar este trabajo porque no sabíamos ni por dónde empezar a investigar. Por suerte varias personas colaboraron con nosotros. Daniel Valenzuela, al frente de la Biblioteca Popular Solera, nos prestó material para consultar y el lugar para reunirnos a trabajar. También se sumaron algunos de los vecinos más antiguos del departamento que con sus testimonios pudimos recrear la historias de algunos personajes desconocidos para nosotros’, dijo Vanesa Peralta, de 44 años.
El libro contiene, entre otras, las historias de Estela Tejada, la primera enfermera en Ullum que en la década del ‘30 atendía a los vecinos a domicilio, hacía de partera y asistía en primeros auxilios a la gente hasta que llegaban los médicos desde la Ciudad. Y la del matrimonio de Mora y Juan Serrano, que abrió el primer cine en estas tierras. Lo bautizaron Cine Jardín, porque la mayoría de los asientos era de hierro con almohadones de colores. ‘Estoy orgullosa por participar de esta obra, por lo que pudimos hacer con las chicas, pero también por conocer sobre las personas que hicieron mucho por el pueblo’, dijo Marcia Tejada, de 31 años.