Juntos. Además de compartir el mismo espacio de trabajo (ahora están restaurando la plaza de Trinidad), comparten la pasión de ayudar a los demás.

 

Muchos de ellos ya están cerca de jubilarse, pero lejos de empezar a bajar el ritmo en sus vidas decidieron salir a ayudar. Se conocen desde hace décadas porque comparten el mismo espacio laboral y hace un año empezaron a gestar un grupo solidario. Así, alrededor de 15 empleados municipales de Capital se dedican a ayudar a los que menos tienen. Ahora lanzaron una campaña para asistir a una comunidad de 30 familias, que está antes de la Quebrada de Zonda.

Cuidan enfermos gratis, ayudan a la gente que vive en la calle y hasta hacen colectas para asistir a niños carenciados. Para estos municipales ayudar a los demás les cambió la vida. Dicen que es difícil armar cada actividad, pero siempre encuentran quien colabore con ellos. La recompensa que obtienen es ver los rostros felices de quienes ayudan.

“A nosotros no nos sobra nada. Pero igual creemos que esto sólo se saca a flote ayudando al que menos tiene”, dijo Alfredo Zeballos, que es empleado municipal desde hace 30 años. Este grupo surgió en medio de las largas charlas con sus compañeros. Así fue que hace poco más de un año comenzaron a concretar los proyectos.

Pero no todo es colecta. Los municipales cuidan enfermos que están casi abandonados, asisten a la gente que vive en la calle y hace un tiempo le construyeron una pieza a una mujer que vive sola en Trinidad y que estaba en una situación muy precaria. “No nos interesa la política. Sólo queremos ayudar”, dijo Alfredo. Ahora están haciendo una colecta de ropa y alimentos para llevar a una comunidad muy carenciada que está antes de llegar a la Quebrada de Zonda.