Un alemán de 43 años se convirtió este miércoles en uno de los principales sospechosos de un caso que muchos todavía recuerdan: la desaparición de Madeleine McCann.

El sujeto en cuestión viajó por Praia de Luz (Portugal) en una casilla rodante hace 13 años, justo en la época en que la pequeña "se esfumó" misteriosamente. En estos momentos, el hombre está detenido por otra causa vinculada a un delito sexual, y tiene varias condenas previas por asuntos similares.

Ahora se lo investiga, entre otros detalles, porque un día después de la desaparición de Maddie el individuo transfirió un auto Jaguar a nombre de otra persona. Por otra parte, durante la fatídica jornada recibió un llamado a las 7.32. Su número era el +351 912 730 680. La conversación duró media hora: ¿con quién hablaba?

Así las cosas -y en una curva sorpresiva de la historia- la posta de la investigación ha pasado a los detectives alemanes, pues el sujeto en cuestión está preso en una cárcel de ese país.

Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, siguen con la esperanza de hallar a su hija viva. "Nunca dejaremos de esperarla. Pero sea cual sea el resultado, necesitamos saber toda la verdad para encontrar paz", sostuvieron.

 

El caso

Madeleine McCann fue vista por última vez el 3 de mayo de 2007 en un complejo turístico de Praia de Luz. Sus padres estaban cerca, en un bar de tapas. En un tramo de la investigación se sospechó de ellos, pero con el correr de los años la pesquisa se estancó.

El caso tuvo resonancia mundial. Y después de tanto tiempo, no se sabe lo que pasó con la nena. De hecho, en el Reino Unido aún se la busca como una persona perdida, ya que no hay certezas de que haya muerto.