Es de los grandes, de los grandes en serio. Leyenda viviente, ayer Roger Federer volvió a escribir su historia. A los 36 años, recuperó el número uno del ranking mundial de la ATP, luego de ganarle al local Robin Haase y avanzar a las semifinales del torneo de Rotterdam, en Holanda. Así, con exactamente 36 años, seis meses y 11 días días, se convirtió en el jugador de más edad en llegar a lo más alto del escalafón mundial superando al estadounidense Andre Agassi, quien con 33 años y 131 días ocupó esa posición en el 2003.
El suizo, quien derrotó a Haase por 4-6, 6-1 y 6-1, desplazará a partir del lunes al español Rafael Nadal (hoy lesionado), del trono en el que estuvo en las últimas 26 semanas.
Federer, ganador de veinte títulos de Grand Slam, tenía el récord de mayor cantidad de semanas como número uno del mundo con 302, seguido por Pete Sampras, con 286, e Iván Lendl, con 270.
En la semifinal de hoy, el suizo, que había ocupado por última vez el número uno del mundo el 4 de noviembre de 2012, enfrentará al ganador del partido entre el ruso Daniil Medveved y el italiano Andreas Seppi.
Federer empezó su carrera a finales de la década de los 90, explotó en 2003, monopolizó el tenis durante un lustro y después aguantó las embestidas de los Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. El último jugador que le ganó un partido, el belga David Goffin, tenía siete años cuando Federer debutó en el circuito profesional.
Pero el hecho adquiere una mayor dimensión porque desde que ganó Wimbledon en el 2012, pasó 2013, 2014 y 2015 sin consagrarse en un Grand Slam, y 2016 lo tuvo seis meses fuera de las canchas por una operación de rodilla. Y cuando parecía que su palmáres de grandes iba a detenerse, revivió en un 2017 de ensueño con sendas consagraciones en Australia y Wimbledon. Ayer volvió a ser el número uno del mundo y, según coinciden muchos, deja en claro que es el mejor tenista de todos los tiempos.
Implacable
96 títulos de ATP lleva cosechados Roger, 20 de los cuales son Grand Slam. Además, acumula 1.142 victorias en el circuito.
Cuando otros volvieron, él va
Los grandes astros de la historia del deporte ya estaban cuesta abajo cuando llegaron a los 36 años. Por citar algunos ejemplos, Michael Jordan ganó su último anillo de la NBA con 35, a la misma edad que Michael Schumacher celebraba su séptimo título mundial de Fórmula 1, y con esos años a Muhamad Ali le esperaban ya más derrotas que victorias en el cuadrilátero; Pelé agotaba su talento como futbolista del Cosmos y Diego Maradona estaba retirado. Por eso, lo de Federer es absolutamente increíble.