"Soy inocente y voy a aportar las pruebas para demostrarlo", fue lo único que se limitó a decir ayer el catequista Cristian Gastón Guillén (35) luego de escuchar el relato fiscal, que lo puso en el centro de las sospechas por supuestos abusos sexuales cometidos contra cinco niños de entre 3 y 5 años, que asisten a dos escuelas católicas: dos de los menores asisten al colegio Santa Teresita del Niño Jesús, en Rawson, y otros tres al colegio Nuestra Señora del Tulum de la Universidad Católica de Cuyo. Uno de esos episodios complicó a Guillén, porque en opinión de uno de los fiscales coordinadores de la UFI ANIVI, Raúl Iglesias, configuró un abuso sexual con acceso carnal, pues la madre de una nena contó que le introdujo los dedos. Las otras maniobras fueron consideradas abuso sexual simple. Y para todos los casos se aplicó el mismo agravante: ser encargado de la educación de esos menores, cuatro nenas y un varón, indicaron fuentes judiciales.
Ahora se viene el testimonio de los menores y el informe psicológico
Acompañado por sus ayudantes Daniela Pringles y Sebastián Spatzer, el fiscal Iglesias solicitó 1 año de prisión preventiva e igual período para investigar las denuncias.
La defensora de Guillén Sandra Leveque, pidió la libertad de su cliente o en todo caso prisión domiciliaria monitoreada con un dispositivo electrónico, pues a su entender no se fugará ni tampoco entorpecerá la investigación.
Sin embargo el juez de Garantías Federico Rodríguez adhirió al planteo de Fiscalía, por entender que si existe el peligro de fuga por la escala de los delitos que le atribuyen y la posibilidad de que intente obstaculizar la investigación. Eso sí, el magistrado redujo los plazos de investigación y de prisión preventiva a 5 meses.
El próximo paso será la declaración de los niños involucrados con el sistema de Cámara Gesell. Sus dichos serán claves para el futuro procesal del joven catequista.