La mamá de José Ramírez falleció el martes pasado y en medio del dolor por su la pérdida, tuvo que armarse de valor y enterrarla el mismo.“Acá en Ledesma, Libertador General San Martín, en Jujuy, así tenemos que enterrar a nuestros seres queridos. Tenemos que traer la pala y el pico y enterrar como muchos de los que están acá… para que no digan que mentimos esta es la realidad en Ledesma y Jujuy”, dijo que publicó en redes sociales.
Ramírez explicó en diálogo con C5N, que la situación tuvo como origen la falta de pago a la funeraria, pero una vez se puso al día, le dijeron que por la cuarentena estricta que hay en el pueblo donde la Covid-19 está descontrolado, no estaban haciendo los sepelios y que sólo le iban a enviar una corona y algo de mercadería para que despidiera a su mamá.
"Ellos me mandaron hablar al cementerio y cuando fui me dijeron que tenía que cavar yo mismo. Así que fui a buscar dos palas y dos picos y cavé con mi hijo", contó.
"Al otro día fui y retiré el cuerpo, lo traje y lo enterré. Mi hijo y yo tuvimos que bajar el cajón y meterlo en la fosa. Yo tuve que tirar la tierra y enterrarla", precisó.
"Uno se tiene que guardar las lágrimas, la rabia, y estar en esta situación”, dijo.“Es una situación terrible. Acá el asunto es el negacionismo, esto es algo que se debería haber previsto”, agregó Ramírez.
Con la pandemia nada quedó invisible. Y la situación de Ramírez mostró algunos problemas que son preexistentes y otros que prometen mostrarse a futuro. "Yo no fui el único, ha habido un montón de familias que han tenido que aguantar su llanto, cavar y enterrarlos a sus familiares ellos mimos", aseguró.
"A mi esto me cayó como un balde de agua fría, aguantarme las lágrimas, cavar y después taparla, me dolió mucho. No me entregaron ni una corona, ni nada de la mercadería que ellos me prometieron, entonces mi mamá quedó enterrada como un animalito que uno tiene en la casa y hace un pozo y tapa", dijo desconsolado. Y añadió: "No paré de llorar porque me siento desbordado".
Fuente: Minuto Uno