María Laura Ferreira está viviendo una verdadera pesadilla. Es que una de las paredes de su humilde rancho, ubicado en la Villa Santa Ana, Pocito, cedió producto de la lluvia y se vino abajo.
La mujer, que vive con su pequeño hijo de 4 años y trabaja como empleada doméstica, contó que sintió un fuerte estruendo y cuando fue a ver se encontró con el desastre. La pared cayó para el lado interno de la vivienda, pero afortunadamente no alcanzó a la mamá y a su hijo, pues se encontraban en un dormitorio y el derrumbe fue en la cocina. Sin embargo, el muro le destruyó diferentes objetos, incluido un calefón.
Vecinos y familiares alertaron a los Bomberos, quienes se presentaron en el lugar para ayudar a las víctimas. Al revisar las instalaciones, los efectivos determinaron que el rancho corre peligro de derrumbe, por lo que la familia debe mudarse a otro lugar.
La preocupación de María Laura pasa por dejar la morada sola, ya que tiene miedo de que le roben sus pertenencias. Según comentó a DIARIO DE CUYO, se irá a la casa de su mamá y buscará a algún familiar para que vigile la vivienda. Mientras, los Bomberos siguen trabajando para tratar de cerrar el espacio que quedó abierto por el derrumbe.
