Entre los nichos. Dentro del predio del cementerio hay dos o tres surtidores y un pozo. De ahí sacan agua potable todos los días los vecinos de la Villa Cariño para poder subsistir. Muchos no tienen ingresos suficientes como para comprar agua embotellada.

 

Desde hace unas tres semanas los vecinos de la Villa Cariño, de 25 de Mayo, no tienen ni una gota de agua. La pequeña cañería que pasa por los patios de las casas está seca y en los días de mucho calor no tienen qué beber. Ante esta situación, la gente de ese lugar comenzó a sacar agua del cementerio municipal para poder subsistir. “Con un gancho metemos los baldes a un pozo para llenar otros recipientes. Muchas personas usan ese agua para lavar ropa o bañar a los niños y hay otros que la hierven para beber”, dijo Daniel Riveros, el presidente de la unión vecinal de esta villa. Según el intendente, Juan Carlos Quiroga Moyano, están trabajando para que a fin de año estas familias vuelvan a tener el servicio de agua potable, pues se les ha roto el pozo.

En 2014 pidieron reductores de velocidad, porque hay mucho tránsito. 

Este poblado está ubicada por calle 4 entre Ruta 20 y calle 25 de Mayo. En esa zona, que queda a unos 10 kilómetros de Santa Rosa, viven unas 400 personas, dijeron desde la vecinal. Se trata de una línea de 50 casas humildes que están separadas del Cementerio Municipal por la calle 4. Ellos no tienen agua desde hace unas tres semanas y es por eso que empezaron a cruzar de vereda para poder saciar esta necesidad.

 

Para beber. Otra de las postales comunes en el cementerio es la gente haciendo fila para poder sacar agua de los surtidores. A esa la usan para beber, porque sale más limpia que la del pozo.

Ver caminando a las mujeres por la orilla de la ruta, junto con sus hijos y con los baldes ya es una constante en esta zona. Es que el cementerio se volvió el oasis para los habitantes de este humilde y lejano poblado veinticinqueño. “Hay veces que la gente del cementerio no nos autoriza a entrar, pero en otras ocasiones nos metemos cuando se van los que cuidan”, agregó el presidente de la vecinal. “Ya no podemos ni criar animales, porque ni siquiera tenemos agua para los niños. Venimos al cementerio a sacar agua hasta para lavar los platos, y eso que el agua no se ve muy limpia”, agregó Jimena Cánovas, una de las vecinas de la Villa que todos los días saca agua del cementerio.

El problema sigue. Hace 3 meses los vecinos cortaron la ruta por una invasión de moscas. Eso se solucionó.

El intendente Quiroga Moyano explicó que hace unas semanas el pozo que está en Villa El Tango, que es el que provee a la Villa Cariño, se dañó y la única solución es hacer uno nuevo. Para eso están trabajando con OSSE, para hacer la nueva perforación antes de fin de año, dijo el jefe comunal.

“Nosotros llevamos agua a la villa y autorizamos a que saquen agua del cementerio. Cualquier persona que vaya al cementerio puede sacar agua de la red, que tiene hasta surtidores, porque llenamos las piletas con agua potable”, agregó el funcionario.

 

La villa. Los humildes ranchos, la mayoría de adobe, tienen tachos donde acopian agua. En ocasiones el municipio les lleva, y esa es la que más cuidan porque saben que es agua segura.