Si bien dentro de tres meses será una exigencia obligatoria sólo para las empresas que contraten con el Estado nacional, una especialista en programas de transparencia e integridad sugirió ayer al empresariado sanjuanino que adopten estas prácticas cuanto antes. Es que contar con programas de “Compliance” o “Integridad” dará un resguardo ante posibles actos de corrupción o fraudes, por ejemplo de algún director o empleado corrupto dentro de la firma, ahora que Argentina sancionó la nueva Ley de Responsabilidad Penal Empresaria, que permite a la Justicia ir contra las personas jurídicas como son las empresas. Ayer, un nutrido grupo de empresarios -mineros, proveedores mineros, industriales y constructores- escucharon en San Juan las recomendaciones en ese sentido de Paula Cortijo, directora de la empresa Transparencia Latam, única consultora del interior, radicada en Córdoba, que desde hace 8 años se dedica a certificar este tipo de programas, que son un conjunto de directivas y procedimientos que se instalan dentro de la compañías.
La experta vino invitada por la Cámara de Servicios Mineros para explicar cómo afecta a las empresas la sanción de esta nueva ley, la 27.401. La preocupación no es menor, teniendo en cuenta que ahora las firmas deben responder por el accionar de todos los empleados de esa organización y por los terceros con los que trabaja. Además, todos los hechos contra la administración pública y sobornos trasnacionales tendrán sanciones fuertes: multa de 2 a 5 veces el beneficio obtenido, suspensión de las actividades hasta 10 años, prohibición para licitar con el Estado nacional, quita de todo tipo de subsidios y la publicación de la sentencia condenatoria en la zona.
Cortijo dijo que las pymes deberán considerar a los programas de “Compliance” algo tan natural como contar con un seguro contra incendio para afrontar posibles eventos de fraudes o corrupción dentro de la firma. Agregó que además el costo se puede llegar a pagar solo: “”Está comprobado que todas las empresas sufren fraude interno o connivencia en áreas de compras o de ventas con clientes o proveedores, donde pierden hasta 5% de su ganancia bruta. Estos programas tienden a eliminarlo”, aseguró. La experta informó que la adopción del programa consta de tres etapas: “Prevención” donde se hace una matriz de riesgos y procedimientos internos y se capacita al personal. Luego vienen las fases de “Detección” y “Remediación”.