En la biblioteca de su casa hay libros de diferentes géneros y temáticas, pero falta el de su propia autoría, ese que escribió para transmitir optimismo a los pacientes oncológicos. Es que luego de publicarlo regaló todos los ejemplares para llegar con su mensaje a muchas personas. Laura Cornejo, de 36 años, tras superar el cáncer de mama, decidió escribir y compartir su experiencia para mostrar que la autoestima y el apoyo familiar son indispensables para ganarle la batalla a esta enfermedad. Ella misma tuvo, más de una vez, que poner en práctica sus propios consejos. A su hijo, al año y medio de vida, le diagnosticaron un tumor cerebral, mientras que a su hija, en el 2016, le diagnosticaron un tumor facial. Laura también da charlas sobre el cáncer y la importancia de prevenirlo.
“Llevar un pañuelo en la cabeza para ocultar la calvicie que provoca la quimioterapia no es una vergüenza. Es el orgullo de estar peleándole a la muerte”. Esta es una de las frases de cabecera que Laura Cornejo incluyó en su libro “Cáncer de mama. Libertad”, y que usa en cada una de las charlas que da sobre esta enfermedad. Dijo que el positivismo se convirtió en uno de los principales pilares para superar este mal, junto al apoyo familiar. “Lo que aprendí tras atravesar por esta enfermedad es que se puede sobrellevar y superar si hay voluntad y contención de la familia. De nada sirve gastar energía en lamentarse por estar enferma, sino más bien enfocarse en las cosas que hacen bien como lo es una salida en familia. Pero en mi libro y en las charlas también recalco algo muy importante, el prestarle atención a las señales, ya que de eso depende muchas veces el mantenerse viva”, dijo la mujer.
“La vida es muy valiosa para perder el tiempo en lamentaciones. Hay que vivirla a pleno”.
LAURA CORNEJO – Paciente recuperada y escritora
Laura contó que sospechó que “algo andaba mal” cuando de uno de los pezones le comenzó a supurar líquido. De inmediato consultó al médico y le diagnosticaron cáncer de mama. Como consultó a tiempo, no hubo necesidad de extirparle el seno ni siquiera de someterla a quimioterapia para frenar el avance de la enfermedad. “La parte más difícil, creo que para cualquier paciente oncológico, es comunicarle la noticia a la familia. La base está primero en asumir la enfermedad y luego informarse sobre la misma para poder responder con claridad a cada pregunta”, sostuvo.
Tras superar su enfermedad, Laura tuvo a su primer hijo, Kevin a quien le diagnosticaron un tumor cerebral cuando tenía un año y medio. Hoy tiene 12, y está en tratamiento. En el 2011 nació Angelina, convirtiendo a la mujer en madre por segunda vez. Cuatro años más tarde los médicos descubrieron que la nena tenía un tumor facial. “No es fácil mantenerse de pie, pero tampoco es imposible. Ese pensamiento quise transmitirle a la gente por eso escribí mi historia. No tenía recursos para publicarlo, pero con la ayuda de familiares y amigos logré publicar 25 ejemplares. Los regalé a todos en diferentes departamentos donde comencé a dar charlas sobre el cáncer. Ahora estoy por publicar 150 ejemplares más que también repartiré gratis.
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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018