Desde el Ministerio de Salud Pública suspendieron ayer a dos empleadas que se encuentran bajo la lupa porque se habrían quedado con dinero de los trámites que realizan profesionales de la salud para obtener su matrícula. La medida es de carácter preventivo y las implicadas seguirán cobrando sus haberes hasta que haya una definición sobre su futuro, revelaron fuentes oficiales. En ese sentido, tienen por delante dos frentes de ataque. Uno de ellos es el sumario administrativo y el otro es la denuncia que radicaron autoridades de la cartera sanitaria en la Comisaría 4ta. En esta última presentación no las mencionaron, pero todos los cañones apuntan hacia ellas.
El caso estalló internamente la semana pasada, pero trascendió recién el lunes. Y la maniobra se gestó en movimientos administrativos. Cuando un profesional (médico, kinesiólogo, farmacéutico, por ejemplo) se va a inscribir en el Ministerio de Salud Pública debe gestionar la matrícula y pagar un arancel que hoy está en 1.200 pesos. Según fuentes calificadas, dos empleadas se ofrecían para realizar tal trámite, recibían el dinero, pero al final se lo habrían dejado en sus bolsillos porque no abonaban el canon. ¿Cómo hacían para simular que efectuaron la operación? Luego de generar el comprobante, le adosaban troqueles de pago de expedientes viejos, los que eran cubiertos con sellos para tapar las fechas. En la cartera sanitaria descubrieron cuatro maniobras de ese tipo en un sólo día (lo que implica un total de 4.800 pesos), por lo que trataban de buscar documentación e información para determinar si hubo más de esas maniobras.
No trascendió la identidad de las sospechosas, quienes se desempeñaban en el área de Regulación y Control de Gestión. El caso saltó por un expediente, dado que tenía un excesivo sellado sobre el cupón de pago del arancel. Es que la intención habría sido tapar la fecha, ya que se trataría de un troquel viejo, de un expediente anterior.