Señor director:

En la tapa de los diarios publican la detención de un médico y una mujer de cara a la práctica de abortos clandestinos. Como una excepción, una eventualidad, algo insólito, nunca visto. Como si no supiéramos que en Rosario, y en toda la Argentina existen lugares que terminan con la vida de los niños por nacer. Se niega la cifra de 350 a 500 mil abortos que se realizan en el país por año, según estadísticas oficiales, que por lo general se quedan cortas, porque son sacadas de las mujeres que tienen complicaciones con la práctica espantosa, desconociendo a las que se realizan abortos sin sobresaltos ¿Acaso figuran en algún lado? Nuestra sociedad está cambiando, porque ahora se habla, se debate sobre estos temas urticantes o similares. Por ello creo, que debe darse Educación Sexual como una materia más desde la escuela primaria, con seriedad y naturalidad, para que los niños aprendan desde pequeños, la importancia de una vida. Para que el arribo a la edad fértil no los sorprenda con un embarazo no deseado, poniéndolos ante la disyuntiva del problema de tener un niño en la adolescencia, criarlo en soledad, bancarse el reproche social y familiar o el aborto clandestino. Siempre es buen tiempo para empezar. Y mientras se logra esa auténtica educación, al menos una vez debe ser legalmente aceptado el aborto provocado, porque si no, y todos lo sabemos, terminará en un aborto clandestino. Y allí es donde se pueden perder las dos vidas. Si no hacemos nada, todo seguirá igual con lo cual continuaremos siendo cómplices de esta realidad cotidiana que hoy ocupa la tapa de los diarios como inédita.