Una pareja tapó con un tarro la boca de ventilación de un calefactor y casi se murió intoxicada. Al parecer se fueron a dormir con el artefacto prendido y el monóxido de carbono los fue envenenando poco a poco. Tanto el hombre como la mujer fueron encontrados inconscientes y tirados en el piso de su vivienda, en Pocito. Anoche, ella permanecía en estado delicado, mientras que él estaba fuera de peligro, informaron fuentes policiales y allegados a la familia.
Fue un familiar quien encontró ayer a las 8.30 a Sergio Ariel López (38) y su pareja Mónica Espejo (49) desvanecidos en su casa, en la manzana I, del Bº Cerro Grande. Como López no había ido al mercado de Rawson, donde trabaja, su cuñado lo fue a buscar al domicilio.
El monóxido de carbono es llamado ‘el asesino invisible‘ y es un gas venenoso que no tiene olor ni color
Al ver que nadie atendía se acercó a la ventana y miró al interior, y entonces vio a López en el suelo. Esta misma persona después abrió una ventana de la vivienda y logró ingresar para auxiliar al hombre y a su mujer, que también estaba inconsciente. Así fue que luego llegó una ambulancia y trasladó a la pareja al Hospital Marcial Quiroga con signos de intoxicación por monóxido de carbono. El testigo dijo a los policías que el calefactor de la casa estaba prendido.
Los policías del Destacamento de Bomberos de Rawson detectaron que el problema estaba en el calefactor. La dotación al mando del cabo primero Marcos Tobar, bajo las órdenes del comisario Raúl Castro, descubrieron que el liberador de gas o filtro (lo que todos conocen como la boca de ventilación del calefactor y que tiene salida al exterior), estaba tapada con una lata de leche Nido, explicaron.
Según la Policía y un familiar, Mónica Espejo se encontraba internada en coma farmacológico con pronóstico reservado. López ayer a la tarde ya había recobrado el conocimiento.