La Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) anunció que cobrará la tarifa por derechos de autor a las transmisiones que se realicen por streaming de recitales y festivales musicales, una modalidad que se intensificó de manera considerable debido al aislamiento social y las restricciones de espectáculos públicos. Este pago de arancel, consiste en una cuota equivalente al 12% de los ingresos totales para los shows que cobren entrada y, por otra parte, que se deberá pagar una suma fija de 250 mil pesos en el caso que se trate de una transmisión que tenga sponsors o marcas anunciantes; monto que se elevará a 400 mil pesos en caso de que la transmisión se realice en simultáneo con otro medio de comunicación, como televisión o radio. La publicación en la web oficial desató una polémica e inquietud entre los músicos locales y nacionales autogestionados e independientes de compañías discográficas, quienes al verse impedidos de realizar conciertos, encontraron la alternativa de realizar encuentros virtuales. Si bien en la mayoría de los casos son gratuitos, hay intérpretes que utilizan una cuenta bancaria, Mercado Pago u otro medio electrónico para recibir donaciones de los seguidores en redes sociales. Y en menor medida, también hay quiénes cuentan con aportes publicitarios de parte de algunos comercios. DIARIO DE CUYO consultó al Director General de Sadaic, Guillermo Ocampo, para que aclare los alcances de esta medida en virtud de buscar una solución que trate de armonizar intereses de los autores, compositores, intérpretes y productores de espectáculos.
Ocampo estableció dos casos bien diferenciados. En el primero, el músico que trabaja y recibe contribución a través de cualquier medio electrónico (sea cuenta bancaria o monedero virtual como Mercado Pago) debe pagar la tarifa: "Ese acto es oneroso, está percibiendo un precio simbólico a cambio de la comunicación al público de obras musicales. Ese sí está alcanzado por la tarifa del 12%" dijo. En caso que no exista retribución, dijo: "Supongamos que el músico sanjuanino hace un concierto gratuito para sus seguidores en Instagram, Facebook o YouTube y comparte una zamba o una chacarera o cualquier género, ese no paga la tarifa porque esas plataformas tienen una licencia firmada con nosotros para comunicación de música al público. En tanto esa comunicación no fuera onerosa, no hay problema". La autoridad del organismo sí reconoció que hay una "zona gris’ en caso de los intérpretes que hacen covers y que reciben contribuciones a voluntad del público en dichas plataformas. En ese caso, que el recital es en parte gratuito y en parte oneroso, dijo que la entidad buscará un equilibrio: "No todos los usuarios ponen dinero. Lo más probable es que en la mayoría de los casos, nadie lo haga, pero siempre habrá alguien que va a contribuir’
"Reconozco que la situación es muy complicada y el músico necesita hacer unos pesos para poder comer y subsistir de alguna manera. Ahora, nosotros también tenemos autores que están detrás de nosotros y están también mal. Si el músico recauda, por ejemplo, 10 mil pesos, deberíamos cobrar nosotros 1.200 pesos en concepto de Derecho de Autor. Ese es el esquema de la tarifa en este contexto. Nosotros no buscamos puntualmente a esos músicos, no corremos detrás de todas las plataformas todos los días para ver qué músico local transmite y el modo en que lo hace", dijo. Y precisó que si bien están en la obligación de pagar ese derecho, "la intención de nuestra resolución es abarcar a aquellos recitales que se trasladan del mundo físico al mundo virtual y digital, no solo por el efecto de la pandemia y las restricciones impuestas a los espectáculos públicos, sino que se convierte en una nueva modalidad comercial. De hecho, en el Quilmes Rock, si bien no se vendieron entradas, tiene publicidad de Quilmes; y como el Cosquín Rock de Córdoba que ya está anunciado, son recitales que llevan un acto oneroso", se explayó.
Lo que queda en claro es que aquel intérprete que transmita on line obras musicales de terceros y que reciba un ingreso económico, estará obligado a abonar la tarifa de ese 12%, aunque Ocampo dejó la puerta abierta a ser flexibles y a contemplar cada caso en particular, ya que apuntarán a fiscalizar y controlar los eventos masivos y con auspicios de grandes marcas. Si un autor o compositor está informado de transmisiones en las que se hagan tributos o covers con sus obras, tiene derecho a reclamar y Sadaic deberá ejecutar el cobro. "Queremos llevar tranquilidad a todos, más allá que no seamos la entidad más querida en Argentina y reconozco que tenemos una imagen complicada, lo que digo en lo conceptual es que a los músicos no los vamos a ahogar. Pero también queremos que el autor de la obra musical reciba la remuneración que le corresponde por el uso de sus derechos".
Entrevista / Guillermo Ocampo
"Hay una caída del 50% de la recaudación"
– ¿El músico independiente no cobra "derecho de show", pero tiene auspicio o sponsor de un comercio mediano o de barrio, deberá pagar?
– En ese caso ¿cuánto pagarían, 500 pesos? No lo vamos a cobrar así. La tarifa de 250 mil y 450 mil pesos tiene que ver cuando el espectáculo está asociado a una marca comercial. Quilmes Rock, Movistar Free, Personal Fest, esos eventos tienen una identidad absoluta con la marca que lo organiza. En perspectiva, si un almacén de barrio le publicita el cartel del comercio en la producción del músico, sí deberá pagar, pero probablemente ese aviso publicitario será de $500 o de $1.000. Es un pequeñísimo anunciante, hay que aclarar esto, también se aplica una razonabilidad en la tarifa, suponiendo que algún día detectemos eso.
– ¿Por qué surge esta medida y qué motivación la origina?
– Hay una caída del 50% de la recaudación de ingresos de espectáculos públicos desde que empezó la cuarentena. Pero también se caerá la recaudación en otro tipo de usuario. Por eso lo que hacemos es trasladar la tarifa que se cobra normalmente en un espectáculo físico a un espectáculo virtual, en este tipo de usos. La única diferencia es la plataforma. La tarifa es omnicomprensiva de todas las situaciones. Además, en San Juan SADAIC jamás va al extremo en ese sentido con sus resoluciones.
– Si identifican a un músico con la condición de tener que pagar ¿cómo fiscalizarían y cómo cobrarían?
– Los intérpretes que sean alcanzados por la tarifa tienen que estar debidamente identificados, luego debe hacerse un trámite interno que lleva tiempo y la única manera de fiscalizar y revisar es ver en esa plataforma cuántas y qué obras se emiten; y en el caso que tenga venta de entradas o haga ingresos monetarios pediremos una certificación de Mercado Libre (o de otros medios electrónicos usados) para ver cuántos pagos recibió, sobre ese ingreso cobraremos la tarifa, suponiendo que lleguemos a esa situación. Pero, como no conocemos la envergadura del negocio o qué recaudación tenga el intérprete, se analizará caso por caso, ya que no todos tendrán el mismo ingreso y la misma exigencia.
Voces de músicos sanjuaninos
Germán Güell: "La norma nos alcanzaría si yo habilito una entrada digital por el show. Pero no hay claridad con la figura de la donación o contribución voluntaria que es la que hacemos. Me parece que hicieron un manotazo de ahogado para ir a los grandes festivales. Si nos quieren cobrar a nosotros, no nos sacarán más de 100 pesos y no moverá la aguja a nadie".
Fabricio Montilla: "Al igual que muchos colegas, sospecho de la transparencia de Sadaic para distribuir los ingresos, antes que me cobren por algo nuevo, que me depositen lo que deben por mis obras. Creo que debería haber un criterio de recaudación que no lo explican. Si la aplican para nosotros nos hace mierd… y sería una medida poca solidaria".
Marcelo Bartolomé: "Cobrar por derecho de autor nadie lo pone en duda. Nosotros hacemos los recitales para acompañar por solidaridad. Jamás nos planteamos cobrar por lo que hacemos, no es un modelo de negocio. Me parece que esto apunta a los que mueven un volumen más importante. Sí nos preocupará cuando nos llamen de Sadaic para pagar por esto".
Ale Segovia: "Nosotros exponemos de manera abierta el show y publicamos un link de Mercado Pago y CBU para que cualquier persona de forma voluntaria nos haga un aporte de dinero. De 200 personas que ven, son uno o cinco, los que aportan. Ahora, es muy diferente que Fito Páez toque para 100 mil personas y lo auspicia Quilmes. Aznar cobra una entrada y tras el pago te dan el link para que lo puedas ver. Eso es una entrada y un sponsor. No creo que alcance a eventos chicos como los nuestros que hacemos en las casas".