Señor director:

Es increíble lo que puede llegar a pasar en nuestro país o nuestra provincia en relación a las tarifas del servicio de gas. Al parecer las distribuidoras no se conforman con el aumento que les autorizó el Gobierno Nacional, sino que ahora aparece un problema de facturación que, lógicamente, perjudica al usuario.

No podemos admitir que se nos quiera cobrar más de lo debido por el servicio y que luego de reclamar se nos diga que lo abonado demás será tomado como parte de pago de la próxima facturación. Ese dinero que estamos pagando de más es nuestro y no es justo que la distribuidora lo retenga en concepto de servicios a prestar en el futuro. Así cualquiera hace negocio. La plata es de la gente y si cobraron de más deben rectificar la factura o devolver el importe en caso de haber sido abonado.

Con maniobras como éstas el país nunca va a salir adelante, porque se quieren avivar con un sector que, en la mayoría de los casos, acata lo que se dispone.