La inflación y escalada de precios del segundo semestre del año daban indicios de que el ajuste de la tarifa eléctrica iba a ser alto, y ayer al finalizar la Cuarta Audiencia Tarifaria Extraordinaria del Quinquenio en la provincia eso quedó demostrado: la distribuidora Energía San Juan -ESJ- solicitó un aumento del 55% para el primer semestre que comienza el 23 de enero de 2023 (se empieza a pagar en abril) y va hasta el 22 de julio de 2023, la cifra más alta desde que se hacen audiencias. En 10 o 15 días el Ente provincial Regulador de la Electricidad -EPRE- debe emitir una resolución determinando qué aumento autoriza, pero ayer las autoridades anticiparon que el impacto en las facturas del usuario será menor al 30%: rondará entre el 25,59% y el 27,21%. Esa cifra también es la más alta desde que se discute públicamente la tarifa. Los aumentos más altos fueron en julio 2022 (13%), en 2019 (15%), junio de 2013 (11,2%) y septiembre de 2016 (14%). La resolución quedará firme en caso de que las empresas distribuidoras -ESJ y Distribuidora Eléctrica de Caucete- no objeten la decisión.
Pero ayer también se conoció que además de conceder el aumento tarifario, el EPRE dará una compensación a la distribuidora eléctrica de unos $2.000 millones. Según se explicó, se trata de una medida de carácter extraordinario para garantizar la sustentabilidad del servicio. Hay un primer monto de $925 millones de pesos, que se le deben a la distribuidora ante el desfasaje por el salto ‘notable’ de los índices de ajuste del semestre anterior, a causa de la inflación. El EPRE había calculado en la audiencia pasada (desde el 23 de julio) que los ingresos para la distribuidora iban a ser de $4.607 millones por el aumento tarifario otorgado, pero ahora al recalcular la tarifa con los índices como realmente fueron suman $5.532 millones. Esto no había pasado antes, y se le deben reconocer a la distribuidora los $925 millones, que ayer el EPRE propuso pagarle de contado a principios de enero. Energía San Juan pidió cobrar intereses por ese monto, algo que fue desestimado.
El otro monto de $1.000 millones que se planea darle a la distribuidora se dijo que es para evitar que el servicio se vea afectado. Es que ESJ planteó ayer que a partir de marzo necesitará unos $5.800 millones para mantener el servicio en condiciones y que ante la crisis económica actual no podrá acceder a préstamos y pagar las elevadas tasas de interés del mercado. En el EPRE le dijeron que la distribuidora es un inversor y tiene la responsabilidad indelegable de cumplir con el contrato de concesión, pero considerando el escenario de altas tasas vigentes y para evitar una presión tarifaria alta al usuario para el próximo semestre, la salida es disminuir la necesidad de ESJ de tomar crédito. Para ello quiere asignarle recursos por hasta $1.000 millones, provenientes del Régimen Especial de Financiamiento que concede Cammesa a las provincias cumplidoras que no tienen deudas eléctricas. O sea, le otorga el dinero a ESJ para que haga inversiones e indirectamente evita aumentar más la tarifa al usuario ya que no tendrá que contemplar en una próxima audiencia. El EPRE propuso también continuar el mecanismo de ir adelantando recursos a la distribuidora para afrontar futuros desfasajes en las proyecciones de los índices.
También pidió postergar la entrada en vigencia de la nueva tarifa más allá de enero, que es un mes de alto consumo. Explicaron que esa posibilidad depende de que la provincia consiga fondos extra de la Nación, y será resorte del Ejecutivo provincial implementarlo.
Cantidad de usuarios
262 mil son aproximadamente los usuarios de luz que hay actualmente en la provincia de San Juan. La mayoría son atendidos por la distribuidora Energía San Juan y los de Caucete, por DECSA.