La implantación de la Tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las Pensiones No Contributivas (PNC) para madres de siete o más hijos, permitieron salir de la pobreza a aproximadamente 930.000 personas y de la indigencia a más de dos millones, de acuerdo con un estudio dado a conocer por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
"Estos resultados cobran aún más relevancia teniendo en cuenta que las erogaciones asociadas a las tres políticas consideradas (Tarjeta, AUH y PNC de madres) representan sólo cerca de 1% del producto de la economía", señaló el informe elaborado por las analistas María Josefina Báez y María Pía Brugiafreddo.
En base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por el Indec,
las investigadoras concluyeron que en el tercer trimestre de 2021 las personas en situación de pobreza con tarjeta, AUH y PNC representaron el 39,7% de la población, en tanto los que se encontraron en situación de indigencia llegaron al 9,9%.
De no haber mediado la asistencia estatal, esos porcentajes habrían subido al 41,8% y al 14,6%, respectivamente, que expresado en valores absolutos hubiera significado un aumento de la cantidad de pobres de 936.003 personas y, en el caso de los indigentes, 2.088.007.
En la medición por hogares, los que estaban en situación de pobreza se habrían elevado del 30,4% al 31,9%, con 227.481 unidades, en tanto los que se encontraban en condición de indigencia habrían pasado del 7,6% al 10,6% (433.229 hogares).
Dentro del programa presupuestario "Políticas Alimentarias", ejecutado en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social, "la Tarjeta Alimentar constituye la principal línea de acción", señala el informe de la OPC. Ese programa, indicó, "brinda asistencia a los hogares en situación de vulnerabilidad social mediante la acreditación de fondos en una tarjeta magnética para la adquisición de alimentos", y además incluye "la asistencia a comedores escolares, a comedores comunitarios y el módulo alimentario complementario". "Desde una perspectiva histórica, las líneas de acción del programa Políticas Alimentarias consideradas en conjunto, se mantuvieron por debajo del 0,11% del PBI en todos los años del período 2008-2018", precisaron Báez y Brugiafreddo.
En marzo de 2020, continuaron, "se amplió la emergencia pública en materia sanitaria en virtud de la pandemia por covid-19, profundizándose la necesidad de asistencia alimentaria y nutricional dada la caída de los ingresos de los hogares". "En razón de ello, y en adición a otras medidas puntuales destinadas a morigerar los efectos de la cuarentena (como el Ingreso Familiar de Emergencia y la Asistencia de Emergencia al Trabajo y Producción), se redefinió el universo de beneficiarios de la Tarjeta Alimentar a fin de atender un mayor número de familias y se reforzaron los montos de la prestación para contribuir a su seguridad alimentaria", agregaron.
El informe remarcó que en 2020 "la prestación alcanzó a 1,6 millones de hogares, que significó la incorporación de alrededor de 220 mil nuevas familias beneficiarias", y al año siguiente "se volvieron a reforzar los montos de la tarjeta y se amplió su alcance al incluir como beneficiarias a las mujeres que perciben la Pensión no Contributiva (PNC) para madres de siete o más hijos/as y extender de 6 a 14 años la edad de los niños y niñas perceptores de la AUH como criterio para acceder a la prestación alimentaria". "Estas medidas implicaron un gran aumento en el universo de beneficiarios, brindando cobertura a 2,4 millones de familias", detalló.
El impacto en el PBI
Por los aumentos en las coberturas y en los montos, la Tarjeta Alimentar significó erogaciones por 0,41% del PBI en 2020. Tarjeta Alimentar para madres con un hijo menor de 14 años paga $9.000; para madres con dos hijos menores de 14 años $13.500; para madres con tres hijos o más, menores de 14 años $18.000.