Luego de haber pasado varios días internado, Aníbal Pachano pasó por el piso de Intratables, el ciclo que conduce Santiago del Moro por la pantalla de América, y contó en detalle cómo fueron sus últimos meses. “Pasan estas cosas de un momento a otro que te cambian”, arrancó el coreógrafo, quien inmediatamente quiso aclarar que sus problemas de salud nada tenían que ve con el HIV. “Estoy totalmente negativizado como siempre, para la tranquilidad de todos, los cócteles están funcionando”, afirmó. 

 

“Luego sucedió un episodio que empezó paulatinamente, que me fui dando cuenta y no me quería dar cuenta, donde empecé que se me dormía un brazo y después como que me tambaleaba, y en una mezcla de medicamentos equivocados que hice termino en la Fleni”, narró.

 

“Un día sábado, yo me iba el lunes a Rosario a recibir un premio a la trayectoria y me sentí como mareado y estaba medio confundido, y me llevaron a la Fleni y de golpe empieza una batahola de aquellas, donde obviamente quiero agradecer a mi hija profundamente, porque ha sido un pilar impresionante; A Ana, mi ex mujer, a mis hermanas y a todos mis amigos, que no entendían nada y en menos de doce horas se transformó en una cosa caótica”, continuó con su relato, para luego sorprender con un dato que hasta ahora nadie conocía. “No pensé que podía morir. Sí había un pronóstico complicado, porque tengo cáncer de pulmón, luego se hizo un nódulo en el cerebro y por eso me tuvieron que operar”, confesó. 

 

“Fue como muy gracioso, porque me conecté con el arte, y con la parte creativa. Para mí ha sido un gran aprendizaje, me acordé de la Virgen del Cerro, que me generó una gran paz y tranquilidad, y luego me conecto con la Fundación Salud, que me armonizó junto con todo el equipo médico. Me conecté con el amor”, reconoció. “En todo el tratamiento me conecté con el arte, con armarme un guión político de todo lo que había sucedido, y después de todo eso me empecé a dar cuenta que lo que venía pensando era un espectáculo, que no sabía bien qué era, y después resultó que era como nuevamente querer hacer mi soñada Amapola, que fue mi primer espectáculo junto a Ana Sanz”, agregó al respecto.

 

“Y después en cada estudio que tenía que aprender a quedarme quieto, de no respirar, que te van diciendo qué tenés que hacer, y de golpe me conectaba con lo creativo, me armé un espectáculo, una situación de mudanza, de traspasar la vida para otro lado”, se sinceró. “Yo me había metido sin darme cuenta en una tristeza, una angustia que no tenía sentido, y me conecté con el amor, con primera vez hacer una meditación y tomarme un tiempo para mí, y también permitirme recluirme”, recordó. 

 

“Y le quiero decir a la gente que todos podemos salir de esto, y también llevarles tranquilidad de que se ha revertido en un 75 por ciento los nódulos y todo lo que hay, o sea que para mí es una cosa impresionante en menos de seis meses de todo este proceso. Aprendí a vivir desde un lugar donde para mí es un aprendizaje de vida quiero decirle a todos que hay que luchar por la sanación”, concluyó.