El principal sospechoso del femicidio de una mujer, hallada asesinada a puñaladas en su local comercial de la ciudad de Tartagal, del norte salteño, fue detenido el sábado por la tarde en la vía pública. Se trata de Luis Enrique Rebilla (59), que hacía pocos días había sido echado de su antigua casa por su expareja, Susana Zerpa (65). La mujer estaba cansada de los celos, el control y la dependencia. Fue así que decidió separarse de Rebilla y lo echó de su casa, según medios nacionales.
Rebilla, además de ser violento con ella, ya tenía antecedentes: cumplía una condena por homicidio. Había conseguido el beneficio de la libertad condicional en mayo y desde entonces sostenía un vínculo con Susana, que se cansó de mantenerlo y darle dinero porque no tenía trabajo.
Los investigadores lo buscaban intensamente desde el viernes, cuando fue hallado el cuerpo de la víctima. Los resultados de las primeras pericias permitieron establecer que la mujer fue víctima de una muerte violenta y presentaba heridas de arma blanca. Susana no había regresado la noche del jueves a su domicilio, en el barrio Mataderos, por lo que una vecina se presentó ante la comisaría 42, de Tartagal, donde denunció que no la veía desde el día anterior. Por ello, efectivos policiales se trasladaron al local comercial de la víctima, dedicado a la venta de insumos de pastelería, y escucharon música en alto volumen en el interior. Al no obtener respuesta a los llamados, los policías ingresaron al local y hallaron el cuerpo de Zerpa sobre un charco de sangre.