Además de las bancas que están en juego para la Cámara Baja, la elección abre una puerta para algunos espacios políticos: la posibilidad de consolidarse como tercera fuerza, lo que genera expectativas hacia los comicios siguientes, en los que, a diferencia de las legislativas, hay más cargos por los que pelear. Pero la historia local ha demostrado que las terceras opciones surgieron, desaparecieron como tales y mutaron con la conformación de alianzas. En esa línea, el partido que más vaivenes ha tenido es la Cruzada Renovadora, que fundó Alfredo Avelín, que en el último tiempo llegó a ser el tercero más votado, integraron Cambiemos, se fueron de ese frente, conformaron otra coalición y hoy son parte de Consenso Ischigualasto, aunque sin un candidato propio, ya que el que encabeza es Marcelo Arancibia, del Gen.

Para estas elecciones, hay dos frentes que compiten por el tercer puesto. Además de Consenso Ischigualasto, el Frente de Izquierda cuenta, por primera vez, con chances reales de llegar a esa posición, ya que en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) estuvieron a sólo 2,11 puntos de lograrlo. Ambos han declarado que ese lugar será clave de cara a los comicios de 2023.

La Cruzada está en el lote de haber encabezado una tercera fuerza y mutar a otro espacio con socios distintos. De las últimas ocasiones en las que la Cruzada compitió en soledad, en 2013 logró superar los 10 puntos y se ubicó como tercer espacio. En 2015 repitió esquema, pero quedó muy atrás del Frente para la Victoria y de Compromiso con San Juan. En el interín apoyó a Cambiemos en el balotaje y se sumó en 2017 para la legislativa. Sin embargo, hace dos años no hubo acuerdo y conformó Consenso Federal con el socialismo y con el que nuevamente salió en tercer lugar. Hoy, en Ischigualasto están con ADN y el Gen.

Después está el grupo de terceras fuerzas que desaparecieron al unirse a otras alianzas. Una de ellas fue Actuar, de Rodolfo Colombo. En 2005, el capitalino conformó el Frente Actuar Intransigente y fue candidato a legislador, cayendo ante el Frente para la Victoria y el Frente de Producción y Trabajo. Volvió a apostar en 2007 dentro de la Alianza Frente para el Cambio, la que salió segunda, pero muy lejos del oficialismo. Dos años más tarde, se posicionó en tercer lugar con el Acuerdo Cívico y Social. En 2011 se la jugó como candidato a Gobernador y quien lo acompañó para el Congreso, Juan Domingo Bravo, obtuvo el tercer lugar. Desde 2013, el rubio compite dentro de la coalición que conduce Producción y Trabajo.

A pesar de ser un partido que gobernó la provincia en varios periodos, el bloquismo también se ubicó como tercera fuerza. Ocurrió en 1993, cuando Enrique Conti cayó como candidato ante el Frente para la Esperanza (Frejusde) y el Frente Justicialista de Unidad Popular (Frejupo). Con Leopoldo Bravo, el partido de la estrella logró ocupar una banca en las legislativas de 1995, pero dos años más tarde quedaron cuartos. Así, en 1999 integraron la Alianza y recuperaron terreno, pero en 2001 la coalición perdió ante el justicialismo, mientras que en las legislativas de 2003 y 2005 obtuvieron sendas derrotas. En ese escenario de debacle, en 2007 llegaron a un acuerdo para aliarse con el PJ.

Desarrollo y Justicia, de Jorge Abelín, y Somos San Juan, de Mauricio Ibarra, se convirtieron en terceras fuerzas en 2001 y 2017 respectivamente, aunque ambos terminaron dentro del hoy Frente de Todos. La UCR también supo ocupar el tercer casillero en 1989 y hoy está con Juntos por el Cambio.

Por debajo del 10

En las PASO, tanto Consenso Ischigualasto como el Frente de Izquierda, no lograron sobrepasar la barrera de los 10 puntos. Además de superar esa barrera, los frentes apuntan a consolidarse como terceras fuerzas.