Un  terremoto sacudió a la isla griega de Kos y dejó un saldo de al menos dos muertos y cientos de heridos. Ocurrió alrededor de la 01.30 de hoy (19.30 del jueves, hora en Argentina).

 

La policía aclaró que uno de los dos turistas muertos era turco y el otro sueco, pero aún no dieron más detalles sobre su identidad. Además, fuente diplomáticas indicaron que, entre los heridos, hay cinco turistas en grave estado que fueron trasladados al hospital de Heraclión, ubicado en la isla de Creta, al sur de Grecia.

 

Según informó el alcalde de Kos, Giorgos Kyritsis, en el momento del temblor, las víctimas estaban en un bar cuyo techo se desplomó. Este dato fue ratificado por los bomberos, quienes precisaron que el lugar del accidente es un bar del centro de la ciudad.

 

De todos modos, según una periodista de Kos, entrevistada por la radio Skai, las dos personas que murieron no se encontraban en un bar sino en la calle y murieron después de que las piedras de un edificio viejo les cayeran encima.

Así, lo indicó también un responsable del hospital de Kos: "Tenemos dos muertos y varios heridos", tras el derrumbe del techo de un edificio.

 

Por su parte, el Instituto Geodinámico de Atenas indicó que el epicentro se situó apenas a 10 kilómetros de profundidad, entre las islas de Rodas y Kos, y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) indicó que alcanzó una magnitud de 6,7 grados.

 

El terremoto despertó el pánico entre los habitantes y generó daños en muchas viviendas que fueron desalojadas por miedo a los efectos que puedan producir posibles réplicas. Además, dejó a un tercio del territorio insular sin electricidad.

 

De acuerdo a los datos del primer balance de daños, se derrumbaron la iglesia de San Nicolás y parte de la mezquita que está ubicada en la Plaza de la Libertad. La iglesia de Aía Paraskevi también sufrió graves daños.

 

Varios ministros se acercaron a la isla. Uno de ellos fue el de Marina Mercante, Nektarios Santorini, quien señaló que el aeropuerto de Kos funciona con normalidad pero que el puerto tiene muchos daños, lo que obligó a dos grandes ferris a ubicarse en dos islas cercanas.

 

El terremoto sucedió justo en el inicio de la temporada turística, pero según señalaron periodistas locales a la televisión pública griega, el ambiente entre los turistas es de relativa tranquilidad.

 

Poco después del sacudón inicial hubo una réplica de 5,1 grados a unos 26 kilómetros al norte de la isla de Leros en la misma profundidad focal, y a este le siguieron tres más de 4,6, 4,5 y 4,7 no muy lejos del primer temblor.

 

En Rodas también se sintió el temblor. Teddy Dijoux, un turista que veranea con su familia allí dijo: "Nos ha sorprendido mucho. Estábamos asustados y hemos salido inmediatamente". Y Sylvie Jannot, otra turista, agregó: "Ha durado mucho tiempo. He reunido rápidamente a mis hijos para abandonar el hotel".

 

Este terremoto también se sintió en la provincia turca de Mugla en la costa egea de Turquía, aunque no causó por el momento daños de gran envergadura.

 

"El mayor problema son los cortes de luz en algunas zonas [de la ciudad]", declaró al canal NTV el alcalde de Bodrum, Mehmet Kocadon, que indicó que no se había registrado ninguna víctima por el momento.

 

Además, el hospital de Bodrum tuvo que ser evacuado después de que aparecieran grietas en las paredes y la mezquita de Adliye, en el centro de la ciudad, sufrió daños por lo que la policía decidió limitar el acceso a esta zona por precaución.

 

El terremoto también se notó en la península de Datca -otra importante zona turística- y en Esmirna, la tercera ciudad de Turquía, junto a la costa egea. Además, provocó grandes olas frente a Gumbet, cerca de Bodrum, que inundaron una ruta.

 

"La cama ha temblado mucho. Algunas botellas han caído y se han roto en la cocina y en el patio", contó una ciudadana turca, Dilber Arikan, que tiene una casa de verano en la zona. "He gritado, tenía mucho miedo porque estaba sola", dijo.

 

Erdinc Kalece, de 47 años, y su hijo Baris, de 23, salieron a la calle en el distrito de Turgutreis, en las afueras de Bodrum. "Mi padre y mi madre estaban durmiendo. Yo conducía. Ha sido muy fuerte. La carretera temblaba y he oído un gran temblor. He desacelerado, he esperado. No tenía miedo pero estaba nervioso", explicó Baris.

 

El seísmo, de magnitud 6,7 según el USGS y 6 según el Observatorio de Atenas, tambien afectó a la isla griega de Rodas.