Incendio. Las fuerzas afganas intervinieron y se enfrentaron durante unas 13 horas con los atacantes. Desde lejos podía verse el humo del hotel en llamas.

 

Hombres armados vestidos con uniformes militares que asaltaron el Hotel Intercontinental de Kabul se enfrentaron a las fuerzas especiales afganas durante 13 horas en un asedio nocturno que causó numerosas víctimas entre los huéspedes, dijeron ayer funcionarios y testigos.

Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del ataque, que provocó la evacuación de 150 huéspedes cuando partes del edificio se incendiaron, algunos de ellos a través de sábanas atadas por las ventanas de los pisos superiores y otros rescatados por las fuerzas afganas.

El portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danesh, dijo que al menos cinco personas, cuatro afganas y un extranjero, murieron y seis resultaron heridas, pero el número de bajas es seguramente mayor.

La aerolínea local Kam Air dijo que alrededor de 40 de sus pilotos y su tripulación aérea, muchos de los cuales son extranjeros, se alojaban en el hotel y que habrían muerto hasta 10 de ellos. Pero Zamari Kamgar, subdirector de la aerolínea, dijo que aún estaba tratando de localizar a su personal y que aún no sabía si todos estaban a salvo.

Abdul Rahman Naseri, un huésped que estaba en el hotel para una conferencia, se encontraba en el vestíbulo cuando vio a cuatro insurgentes vestidos con uniformes militares.

“Estaban gritando en (idioma) pastún: “No dejen ninguno vivo, bueno o malo. Disparen y maten a todos”, gritó uno de ellos”, dijo Naseri.

El incidente se suma a una serie de ataques que ponen de relieve la precaria situación de la ciudad y la capacidad de los militantes para montar operaciones de alto perfil destinadas a socavar la confianza en el gobierno respaldado por Occidente.