Señor director:

Hoy el día está nublado, triste. Todo el cielo cubierto con nubes que asemejan un humo gris. Escucho a la gente que pasa a mi lado, algunos hablando fuerte, quejándose de la situación que estamos viviendo. Chicos escolares que no perciben la situación, que hacen bromas y se ríen. Gracias a Dios no se compenetran como los mayores y que tarde o temprano los afectará a ellos. Niños pequeños que les piden a sus padres un juguete, una fruta que les son negados por no tener dinero. Caritas llorosas. Otros hacen berrinches. No entienden lo que pasa. Ancianos que hacen malabares con su jubilación y que sufren por no poder ayudar a sus hijos y nietos. Todo esto pasa en estos momentos. ¡Cuanta angustia! ¡Cuanta desazón! Imploramos a Nuestro Señor Jesucristo que nos ayude, que mande ángeles para que los argentinos veamos, no estemos ciegos y que todos tiremos del mismo carro para que nuestro país sea justo, honesto, trabajador y solidario.

Dora de Saiz   DNI 3.902.052