“Llevalo y no lo traigas nunca más”, le dice un controlador de vuelo de la Fuerza Aérea al piloto del avión de la Policía Federal, que acababa de pedir autorización para despegar. “Vamos a respetar nuestro trabajo, hablemos de lo necesario”, interviene otra voz de varón. “Yo respeto… pero tirá esa basura por la ventana”.
“Esa basura” era el expresidente Lula. El avión identificado como PR-AAC lo llevaba del aeropuerto de Congonhas, en São Paulo, a la ciudad de Curitiba, en Paraná, para cumplir la orden de prisión decretada por el juez Sérgio Moro.
“Esta frecuencia es grabada y puede ser usada contra nosotros. Entonces, mantengan la fraseología padrón”, advierte una mujer.
Los audios, que reflejan el nivel del odio y la violencia política que sacude a Brasil, fueron divulgados por el portal de noticias brasileño R7 y por el diario Jornal do Brasil, y su autenticidad fue confirmada por la Fuerza Aérea, que sin embargo no supo informar quiénes son las personas involucradas en los diálogos, ni anticipó qué medidas serán tomadas contra los responsables.