El martes pasado el Gobierno provincial tomó posesión del histórico hotel Termas de Pismanta, al rescindir de común acuerdo la concesión del establecimiento estatal que permanecía desde el 2006 en manos de la Cooperativa Cacique Pismanta. Con esa etapa concluida, la ministra de Turismo, Claudia Grynzpan dijo ayer a DIARIO DE CUYO que quiere que el establecimiento vuelva a resurgir con todo su esplendor a más tardar a principios del año que viene. La meta de la provincia es volver a recuperar uno de los hitos turísticos tradicionales de San Juan, y la típica postal termal del departamento de Iglesia.
Para conseguirlo el plan es realizar un llamado a licitación en un plazo máximo de entre 45 a 60 días, para poder entregarlo en concesión a un privado que tendrá que hacer una fuerte inversión para reacondicionarlo y modernizarlo. El edificio estuvo abierto al público hasta marzo de 2020 y cerró cuando empezó la pandemia, pero se encuentra en mal estado porque viene de varios años de desinversión. Por eso es que para acelerar el proceso de recuperación, el Gobierno provincial simultáneamente está gestionando fondos del programa "50 Destinos" en el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para realizar algunas mejoras adicionales relativas a la infraestructura de los servicios de luz, agua y gas. Grynzpan ayer se encontraba en Buenos Aires donde mantuvo una reunión con Matías Lammens. "El ministro de Turismo y Deportes de la Nación se comprometió a acompañar la gestión de recuperación del hotel Pismanta, con fondos del mismo programa que se usaron para el Glampling de Ischigualasto y para la Quebrada de Zonda", dijo la funcionaria. Explicó que esos fondos serán para hacer los primeros arreglos básicos, "serán sólo para complementar la inversión privada que deberá ser fuerte", aseguró. El plan oficial es que el establecimiento comience a funcionar en unos meses, mientras al mismo tiempo se lo siga mejorando. La ministra agregó que aún no se ha definido la inversión mínima que se solicitará en la licitación de la concesión del hotel, como tampoco el monto del crédito adicional que pedirá la provincia a la Nación. También se deben establecer los años de concesión que se otorgará al postulante, si serán prorrogables o no, y el canon que se deberá pagar a la provincia por explotar un hotel estatal.
Grynzpan indicó que el turismo de San Juan necesita una oferta hotelera en el interior de la provincia, porque sólo cuenta con complejos de cabañas o hostel. "Pero además es importante tener una oferta hotelera termal que posicione a la provincia y potencie mayor turismo. Queremos que el hotel Pismanta vuelva a ser un hito, un referente como lo es Quebrada de Zonda, Ischigualasto y Difunta Correa, por eso hay que recuperarlo y ponerlo en lo más alto", aseguró. La Cooperativa Cacique Pismanta entregó la concesión al Gobierno al manifestar que no están en condiciones de seguir con la explotación del hotel. Registran incumplimientos con el pago del importe mensual por la explotación desde antes de la pandemia, y cumplieron con una serie de innovaciones y remodelaciones comprometidas para mejorar el servicio.
Historia de idas y vueltas
El Hotel Termas Pismanta fue inaugurado en 1950 , en principio con 14 habitaciones que disponían de piletas de inmersión privada. A lo largo de los años fue administrado por diferentes empresas pero, desde fines de los "80 y hasta principios del 2000, fue conducido por la empresa Nogaró San Juan SA, cuyo contrato de concesión vencía en el 2004. Por la crisis económica del 2001 el concesionario lo abandonó y los empleados formaron una cooperativa para gerenciarlo y mantener el trabajo. En julio del 2006 el Gobierno les otorgó la concesión hasta octubre de 2022. El martes pasado se rescindió y el Gobierno tomo posesión del mismo.
Aguas termales
El llamado turismo termal aprovecha las aguas que proceden de capas subterráneas de la tierra que se encuentran a mayor temperatura, que son ricas en diferentes componentes minerales y permiten su utilización en la terapéutica como baños y masajes descontracturantes. El hotel Termas de Pismanta cuenta con una pileta que es uno de sus mayores atractivos. Además de sus imponentes vistas, ya que de un lado está la montaña y del otro el valle, está la tibieza de sus aguas: la piscina cuenta con aguas termales cuya temperatura oscila entre los 26 y los 27 grados centígrados.