"Si me daba el tiro en otra parte me podría haber matado", dijo ayer desde una cama del Hospital Rawson el trabajador que fue baleado el viernes en el Barrio Valle Grande de Rawson por un delincuente que le robó su moto Honda Titán 150 cc. Su nombre es Benjamín Ismael Morales y tiene 29 años, pero él dice que está empezando una "segunda vida": "Me disparó desde dos metros. Menos mal que me apuntó de la cintura para abajo y que la bala no me dañó ninguna arteria".

Morales trabaja como cobrador para "Maquinarias Ya-Hoy" y ese día, alrededor de las 13.45, fue atacado cuando salía de un negocio de la manzana 32 de ese populoso barrio. "Llegué, me bajé, hice el cobro que hago todos los días en ese domicilio y cuando salí alcancé a ver que venía el sujeto caminando. Y cuando subí a la moto corrió hacia mí", contó. Y siguió: "Me pidió el celular. Empezamos a forcejear, la moto se cayó y en eso sacó el revólver de abajo de la remera. Primero me gatilló dos veces pero no salieron los disparos, y cuando lo encaré disparó otra vez y ese sí salió".

 

 

La víctima en ese momento sintió un fuerte dolor en la pierna y se alejó para pedir ayuda. Pero "me di vuelta y vi que se estaba subiendo a mi moto. Con la adrenalina que tenía, así herido como estaba, fui corriendo y me agarré de la moto. Ahí me arrastró varios metros hasta que me venció y me caí".

El delincuente huyó por calle Pellegrini hacia el Asentamiento Evita, Rivadavia. Mientras que Morales fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital Rawson, donde con una radiografía descubrieron que tenía el proyectil alojado en su rodilla izquierda. "A medida que se me enfriaba el cuerpo más me dolía", recordó. Esa noche lo operaron y le extrajeron el plomo, calibre 22. "Estoy con calmantes y suero, pero siento la pierna bien, me bajo de la cama y voy al baño solo. Lo bueno es que no me afectó ningún tendón ni el hueso", explicó.

Ese mismo día, sobre las 16, la Policía detuvo a Juan Orlando Luján (24) en un pasillo del Asentamiento Evita cuando trasladaba a pie la moto. Morales lo reconoció y ahora será juzgado por Flagrancia.

"Nunca imaginé que me iba a disparar, nunca le vi el arma hasta que la sacó. Hace 4 años trabajo de esto y nunca me pasó. Yo lo que quería era evitar que me robara, atiné a defender lo que es mío. Ahora tengo pensado recuperarme bien y después veré si cambio de trabajo, no es fácil, pero la calle es muy peligrosa", indicó el joven, que está en pareja y tiene dos hijos pequeños. "El de 4 años está preocupado porque no llego a la casa", cerró, muy angustiado.