Hay muchas personas que no creen en brujas, hechiceras, parapsicólogos, en fin, en aquellas personas que pueden llegar a lograr lo “imposible”. Pese a ello, hay muchas otras (y puede llegar a sorprender quienes) que consultan a Doñas y Don que, hasta el día de hoy, publican sus servicios en el clasificado del Diario.
La crisis actual, el contexto de pandemia, los meses de encierro y la incertidumbre por el futuro ha llevado a un incremento de consultas considerable. La mayor preocupación sigue radicando en el amor. Doña Maruja afirma que debido a la cuarentena hay mayores conflictos familiares, y cerca de un 70% de las consultas que recibe son para uniones de pareja, en su mayoría solicitados por hombres.
La necesidad de alejar a un tercero sigue figurando entre lo más anhelado, al igual que atraer el amor perdido o no correspondido. Esas son las mayores solicitudes que recibe la parapsicóloga Mariel.
Pisándoles los talones al amor, se encuentra el aspecto económico. La falta de trabajo y de dinero se ve reflejado en la necesidad de quienes llegan con estas personas para consultar o pedir por trabajos específicos.
“Hay mucha gente que se ha venido abajo y solicita ayuda económica. Consultan para sacar algún premio en juegos de azar o conseguir trabajo”, comenta Doña Maruja. Mariel también ha registrado un incremento en ese tipo de consultas. “Piden por dinero, por los negocios que no están funcionando bien, y en esto no hay distinción de clases socio económicas ni culturales”.
Se puede llegar a pensar que en este oficio no hay lugar para sorpresas, pero no es así. Tanto Mariel como Doña Maruja han manifestado lo mismo, dentro de las consultas y solicitudes que reciben a diario, así como están en el amor, el trabajo, la ayuda para un ser querido o un familiar enfermo, también están aquellos que piden cosas malas. Hacerle daño a una persona, un trabajo de “magia negra” y hasta, aunque sea increíble, pactos con el diablo. Mariel lo rechaza, Doña Maruja estudia la situación.
El ser humano por naturaleza, ante situaciones extremas, opta por opciones que quienes definirían como medidas desesperadas, pero todo es cuestión de fe y de no perder las esperanzas. Las crisis despiertan la desesperación y son las “brujitas” y “brujitos”, quienes, si crees, pueden llegar a brindar una solución, pero no son aptas para escépticos.