Por Ámbito

Un avión de la V Brigada Aérea con asiento en Villa Reynolds se estrelló cuando realizaba tareas de adiestramiento en el sur de Córdoba. Su piloto el capitán Gonzalo Britos Venturini logró eyectarse pero fue hallado sin vida. El avión que volaba en sección con otra aeronave similar al mando del primer teniente Mariano Zuccoli se encontraba realizando prácticas de tiro, cuando por razones que serán motivo de una investigación de la Junta de Accidentes, el piloto debió eyectarse y abandonar la aeronave.

El parte oficial dijo: La Fuerza Aérea informa que una de las aeronaves A4AR que realizaba adiestramiento al Sur de Córdoba, debió ser abandonada por su piloto mediante una maniobra de eyección, lamenta informar que tras la eyección efectuada, el piloto de A4AR reportado fue hallado sin vida en las inmediaciones de la localidad de Villa Valeria (Provincia de Córdoba).


La aeronave siniestrada es un Fightinghawk A-4AR, matrícula C-295, pertenece al Grupo 5 de Caza de la V Brigada Aérea de Villa Reynolds, San Luis. Esa unidad es asiento de los sistemas de armas de caza, se la conoce como la “Cuna de los Halcones”. El capitán Britos, “Bicho”, su indicativo operativo, se eyectó en pleno vuelo y los registros indican que la maniobra de emergencia sucedió a las 10.05. Era su segundo año en la escuadrilla de A4-AR tenía experiencia en la aeronave aunque como el resto de los pilotos de la fuerza, sus horas de vuelo distan de ser las que solían acumular camaradas de antaño. Los sucesivos recortes al presupuesto impactan por igual tanto en la expertise de los pilotos como en el estado de sus máquinas por más que se diga lo contrario.

La eyección funcionó en todas sus etapas, pero se vio un detalle que preocupó a los observadores, el piloto yacía sobre la base del asiento que es un kit de supervivencia RSSK-8b que en teoría no debía caer justo en el mismo sitio que el comandante del avión.

El kit forma parte del asiento y se desprende aunque permanece unido al piloto por una cuerda de unos 15 metros, contiene elementos de supervivencia y, dependiendo del lugar de la misión, puede albergar por ejemplo un bote de goma o ropa de alta montaña. Que el kit estuviera justo con el piloto en la posición que ocupa dentro del asiento podría indicar alguna anormalidad en el proceso de la eyección o influido en el desenlace fatal del piloto al tocar tierra.

Registros fotográficos muestran al piloto cayendo con el paracaídas desplegado, “inflado”, en la jerga aeronáutica. Las pericias y los datos de la computadora de misión de la aeronave, revelarán en qué condiciones de vuelo se produjo la eyección y si pudo afectar el despliegue normal del paracaídas. Estos elementos esenciales para el resguardo de la vida de los pilotos son confeccionados en talleres de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) ubicada en Córdoba bajo la certificación de la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DGAMC).


Los materiales empleados en la confección, el armado y el plegado deben cumplir con los estándares de seguridad exigidos por la DGAMC. Los aviones A4-AR Fightinghawks fueron adquiridos usados a los Estados Unidos durante la gestión de Carlos Menem. Llegaron 36 que eran dotación de la Guardia Nacional estadounidense, fueron repotenciados y actualizados en aviónica por Lockheed Martin cuando la firma tenía la concesión de la planta cordobesa que más tarde estatizó el kirchnerismo con el nombre de Fábrica Argentina de Aviones.

Estas aeronaves cuentan con un asiento eyectable Escapac IG.3, tiene capacidad “0-0” que significa que la eyección es posible a nivel del suelo y sin velocidad. La falta de repuestos por la antigüedad de la aeronave sumada a que hay muy pocos operadores que usen ése asiento redujo el número de aviones operativos. Recién a partir de 2019 la Fuerza Aérea consiguió un proveedor de cartuchos pirotécnicos que es el componente esencial en la primera etapa de la eyección.

En febrero de 2013 ocurrió un accidente en un avión Fightinghawk A4 AR biplaza y los dos pilotos, instructor y alumno, se eyectaron con éxito salvando sus vidas. El avión, uno de los dos biplazas usados para instrucción, quedó irrecuperable. El asiento Escapac IG-3, funcionó a la perfección y en circunstancias muy críticas, ya que se lo utilizó a muy baja altura y velocidad, casi al límite, la aeronave estaba en prácticas de aterrizaje en el aeropuerto de Santiago del Estero.