Exactamente 38 días duró la clandestinidad de Emerson Adán Salinas (21) y su cuñado Luis Javier Vargas (21). El 3 de marzo pasado, a las 2,20, se habían fugado de la seccional 32da de Las Casuarinas, en 25 de Mayo, luego de forzar unos barrotes y ganar el techo a través de una banderola del baño, donde llegaron tras pedirle permiso al calabocero. En el medio, sus familiares les recomendaron no entregarse porque creen que es injusto que los involucren en un asalto perpetrado en Caucete. Pero ayer, pesquisas de la Brigada de Investigaciones Este y de la seccional 9na los encontraron en un puesto de cabras ubicado a un costado de Ruta 20, unos 200 metros al norte de Divisoria, en 25 de Mayo, informaron fuentes policiales.
Ambos habían sido detenidos el 13 de enero último (por el caso hay otros dos presos), sospechados de ser parte de los tres sujetos que días antes, el 2 de enero, se metieron armados a asaltar a una familia en el Rincón, Caucete. Tras encerrarlos en una habitación, robaron $16.000, una moto, dos computadoras, una tablet, tres celulares, un televisor, una bicicleta, ropa calzado y mercadería.
Ahora, deberán responder por ese hecho y por el presunto delito de evasión que, además, complica al calabocero y tiene en la mira al resto de la guardia de aquel día en la seccional 32da.