Emocionado y con ojos llorosos. Así recibió Miguel Díaz-Canel su nominación como nuevo presidente del Consejo de Estado de Cuba, en sustitución de Raúl Castro y a propuesta del propio líder cubano. Se trata de un cambio histórico para la isla: por primera vez en más de cinco décadas un Castro no presidirá el gobierno. Díaz-Canel es el máximo representante de la nueva generación del régimen que no participó en la revolución de 1959.
Su nombramiento será ratificado en las próximas horas por el voto de los 604 diputados presentes en el hemiciclo. La emoción de Díaz-Canel no era gratuita. Como ha ocurrido momentos antes con Esteban Lazo, ratificado al frente del Parlamento, contará con el apoyo parlamentario para ser el nuevo presidente de Cuba. Lazo obtuvo 604 votos de los 604 diputados presentes.
A Díaz-Canel le esperan enormes desafíos. Tras asumir el poder, Raúl inició una tibia apertura económica, que todavía no ha logrado sacar a la isla del estancamiento. La relación con los Estados Unidos de Donald Trump también se anticipa complicada:desde la Casa Blanca dejaron en claro que solo ven un cambio de nombres, pero no de régimen.
La única lista propuesta en la Asamblea cubana cuenta con otro histórico, Salvador Mesa Valdés, como vicepresidente primero, y con cinco vicepresidentes, entre quienes destaca el comandante Ramiro Valdés, hombre muy cercano a Fidel Castro, ministro de Interior durante décadas y enlace con el gobierno de Hugo Chávez en Caracas.
Entre los integrantes del Consejo de Estado destacan el jefe del Ejército, Leopoldo Cintra Frías, el canciller Bruno Rodríguez y el escritor Miguel Barnet. Todos ellos repiten en el cargo. La Asamblea Nacional del Poder Popular Cubano empezó esta mañana la doble jornada histórica que terminará mañana El Palacio de Convenciones de La Habana recibe la sesión constitutiva de una legislatura que se prolongará durante cinco años.
Todos los focos, incluidos lo de la Televisión Cubana, que transmite en directo la sesión constitutiva de la novena Asamblea revolucionaria, apuntaron desde un primer momento a Díaz-Canel, que cumple 58 años el viernes, y llegó al hemiciclo acompañando a Raúl Castro y junto a los dos históricos de Sierra Maestra: el vicepresidente segundo, José Ramón Machado Ventura, y el comandante Ramiro Valdés. El primero, conocido como “Venturita”, es la mano derecha de Raúl, y el segundo, el favorito de Fidel Castro , encargado también de trasladar a la Venezuela de Chávez los sistemas de la inteligencia cubana.
Un ritual lleno de simbolismos y de guiños al país. Los 605 diputados, elegidos de una lista de 605 candidatos acondicionada por el Partido Comunista de Cuba (PCC), en la que todos ganaban y ninguno perdía, fueron juramentados. La cúpula civil y militar recibió una salva de aplausos, empezando por Raúl y siguiendo por Díaz-Canel, el canciller Rodríguez, los jefes del ejército y la secretaria comunista de La Habana Mercedes López de Acea.
En un momento dado, la presidenta provisional de la sesión ordenó que no hubiera más aplausos hasta el final, para no ralentizar la marcha de la primera jornada.
“Es un parlamento renovado pero muy comprometido”, resumió la parlamentaria Lissette González durante el receso de la votación. “Estamos definiendo todo en un proceso sumamente democrático. Esta Asamblea está pintada de pueblo, vemos en sus rostros a las mujeres y hombres de esta isla, la verdadera democracia, la nuestra, la genuina”, añadió.