
Finalmente, y pese a algunas resistencias internas, Mauricio Macri revocará el protocolo nacional para el aborto no punible que había implementado la Secretaría de Salud.
La decisión fue confirmada por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien tras la reunión de Gabinete explicó que la derogación se debe a que "el secretario Adolfo Rubinstein no consultó al Presidente" y porque la medida "debe tener un trámite legislativo.
La resolución generó polémica porque reconoce la autonomía de las adolescentes para decidir la interrupción de embarazos que pusieran en peligro sus vidas o sean producto de una violación, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Para sectores antiabortistas, Rubinstein intentó modificar el Código Penal mediante una resolución, mientras que quienes impulsan la legalización del aborto sólo buscó cumplir con el Código Penal y el fallo F.A.L. de la Corte Suprema.
Más: desde ambos lados sospechan que las versiones periodísticas estuvieron alimentadas por pesos pesado del radicalismo y sectores "verdes" que impulsan la despenalización del aborto.
La mención toma otra relevancia si se tiene en cuenta que, salvo legisladores “celestes”, la máxima autoridad que salió a anticipar que la resolución iba a ser derogada fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, férreo opositor a la despenalización del aborto.
Pese a que sus pares no dudan del argumento que dan cerca de Stanley, cuando dicen no fue avisada por Rubinstein, sí desconfían de que no haya sido avisado Peña. Y repasan dos hechos: que el martes Rubinstein pasó por Casa Rosada y que el Boletín Oficial es controlado por el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, un hombre que hizo gala del cuidado de las firmas de Macri y Peña.
La posibilidad más concreta que se evalúa por estas horas tiene que ver con una resolución que anule la de Rubinstein bajo el argumento de que "se omitió" consultar a todas las partes involucradas (Organismos de Niñez) con el objetivo de postergar hacia adelante una definición, más allá de que se trata de una decisión que obedece estrictamente a cuestiones políticas. "En 20 días asume Alberto Fernández, que ya se mostró a favor de la ILE, es un tema que debe resolver él", planteó otra voz de peso del Gabinete.
La resolución de Rubinstein no llegó en el mejor momento para Macri, justo cuando redobla esfuerzos por contener a su propia tropa, le abrió un foco de conflicto con sus dirigentes “celestes” y con el radicalismo. En ese sentido, el tuit de apoyo al secretario que emitió desde el ostracismo el socio fundador de Cambiemos Ernesto Sanz sacudió a la Rosada: “Mi solidaridad, apoyo y afecto a @RubinsteinOk, un funcionario ejemplar, un lujo de la salud pública. Como tantos radicales a lo largo y ancho del país, nos sentimos orgullosos de su gestión”, fue el mensaje del ex senador. “Abrió una crisis innecesaria con el radicalismo”, lamentó un colaborador de peso del Presidente. Por el momento, sin embargo, no hay cambio de planes.
