Por los recursos que han recibido en este año para gastos de funcionamiento, en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) sostienen que el Gobierno macrista viene desfinanciando a la casa de altos estudios. Y de acuerdo a los cálculos preliminares del presupuesto 2019, aseguran que la situación se agravará, al punto de que el rector Oscar Nasisi señaló que no podrá pagar algunos servicios básicos. Por eso, desde la institución y la mesa de diálogo entre todos los actores universitarios convocaron ayer a los legisladores nacionales por San Juan para pedirles que planteen en el Congreso una modificación a las partidas, consistente en una redistribución de fondos presupuestados, pero sin asignación específica. Los peronistas y una bloquista que asistieron recogieron el guante y llevarán la propuesta, que es la misma que postula el organismo que nuclea a todas las universidades. Los dos referentes de Cambiemos, Roberto Basualdo y Eduardo Cáceres, también fueron invitados a la reunión, dijeron en la universidad, aunque no fueron de la partida.

Así las cosas, la movida será encarada por los justicialistas que marcan sus diferencias con el Gobierno nacional, pero que no apuntan a obstaculizar el tratamiento del presupuesto, aunque aclaran que no lo aprobarán a libro cerrado sino que discutirán puntos polémicos. En ese lote están los senadores Rubén Uñac y Cristina López y los diputados Walberto Allende y Graciela Caselles, del bloquismo. Si bien la ibarrista Florencia Peñaloza no participó del encuentro, forma parte del interbloque de estos dos últimos y se descarta que se plegará. En el otro grupo se encuentran José Luis Gioja y Daniela Castro, los más duros contra el macrismo.

No es la primera vez que la UNSJ convoca a los legisladores sanjuaninos que tienen una banca en el Congreso para acercarles propuestas para mejorar el presupuesto universitario, sobre todo desde la gestión macrista. Fueron al menos tres encuentros más y el senador Basualdo y el diputado nacional Cáceres, líder del PRO local, participaron en uno de los primeros, pero después no lo hicieron más, contaron desde la casa de altos estudios.

El eje de la disputa son los recursos que envía Nación, que debe garantizar la universidad pública y gratuita, para encarar los gastos de funcionamiento, ya que el pago de los salarios está asegurado. Según informaron de la UNSJ, la partida para solventar los costos operativos pasó de 140 millones de pesos en 2017 a 148 millones para este año, una suba de tan sólo 5,71 por ciento, cuando la inflación acumulada a agosto fue del 24,3 por ciento. El rector Oscar Nasisi destacó ayer que, con recursos propios, subirán ese ítem hasta 200 millones a fin de año y que de acuerdo a los cálculos que realizaron, esa misma cifra es la que mandaría la administración macrista en 2019. "Si llega a pasar eso, vamos a estar complicados", resaltó a la vez que agregó que "si en diciembre aumentan las tarifas, como se ha anunciado, y demás, no voy a poder pagar los servicios", sumado a la inflación proyectada para el año que viene. Por eso, Nasisi les pidió a los legisladores que planteen en el Congreso la redistribución de un programa en el presupuesto universitario, bajo el título "transferencias varias", de 4.000 millones de pesos para reforzar a todas las universidades.

El senador Uñac y el diputado Allende dijeron que la propuesta "es absolutamente viable", que la expondrán y que en conjunto harán fuerza por la iniciativa.

 

A la reunión también asistieron cuatro diputados provinciales.

 

Embestida universitaria

La reunión que organizaron ayer el Consejo Superior de la UNSJ y la mesa de diálogo universitario con los legisladores nacionales por San Juan (foto) fue una más de las movidas que viene encarando todo el espectro de la casa de altos estudios. Las autoridades universitarias acompañaron la movilización de los gremios del sector que venían reclamando por un incremento salarial mayor. Por su parte, los directivos cuestionan las escasas partidas para los gastos de funcionamiento y su falta de actualización. En las marchas se plegaron los alumnos, representados en la Federación Universitaria, y el sindicato de los no docentes. En el medio hubo un extenso paro de Adicus, el gremio universitario de mayor peso, y hasta hubo tomas de facultades por parte de estudiantes y clases públicas en rechazo al ajuste del Gobierno nacional hacia la universidad.