El Conflicto del Beagle fue el desacuerdo entre la Argentina y Chile sobre la determinación de la traza de la boca oriental del canal Beagle, afectando la soberanía de las islas ubicadas dentro y al Sur del mismo y al Este del meridiano del Cabo de Hornos y sus espacios marítimos adyacentes. Sin embargo, se produjo un hecho histórico cuando en el gobierno de Raúl Alfonsín, el entonces canciller argentino, Dante Caputo, firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile en Ciudad del Vaticano, el 29 de noviembre de 1984, bajo el arbitraje del Papa Juan Pablo II. Los primeros antecedentes del conflicto datan de 1888, siete años después de la firma del Tratado de Límites, y en 1901 apareció el primer mapa argentino en el que algunas de las islas en cuestión fueron dibujadas bajo soberanía argentina. A pesar del pequeño tamaño de las islas, su valor estratégico entre los océanos Atlántico y Pacífico originó un largo conflicto entre ambos estados sudamericanos durante gran parte del siglo XX. El laudo arbitral pronunciado en 1977 otorgó aguas navegables en el Canal Beagle a ambos países y la mayor parte de las islas y de los derechos oceánicos generados por ellas a Chile, pero el gobierno militar argentino rechazó el fallo declarándolo "insanablemente nulo”, poniendo a ambos países al borde de una guerra. El conflicto llegó a su punto culminante el 22 de diciembre de 1978 cuando las Fuerzas Armadas de Argentina se dispusieron a ocupar las islas en disputa. Sin embargo, la intervención de Juan Pablo II evitó la guerra y condujo una mediación que llevó a la firma del Tratado de Paz y Amistad el 29 de noviembre de 1984, que solucionó el conflicto tras más de dos tercios de siglo de disputa. Tras una consulta popular, el gobierno argentino ratificó el tratado, al igual que el gobierno chileno.
