Los daños. Así encontraron al auto, el martes por la tarde. Al parecer, utilizaron unos hierros de construcción para rayarlo y romperle una cubierta. Al vidrio lo destrozaron con una piedra. El docente presentó una denuncia en la Seccional 9na por daños.

 

Tres chicas de entre 14 y 15 años salieron reprobadas en un examen recuperatorio y por venganza le rompieron el auto al profesor. Destruyeron la luneta, también una cubierta y rayaron gran parte del vehículo que estaba estacionado a metros de la puerta de la Escuela Normal Superior Gral. Manuel Belgrano, en Caucete.

El ataque trajo como resultado una denuncia penal por parte del docente en la Seccional 9na y los directivos del colegio, que identificaron a las supuestas agresoras, convocaron a los padres de dichas alumnas para hablar sobre el caso. Fuentes de la institución dijeron que los papás no se presentaron en la primera citación y que los volvieron a invitar para el lunes, con la advertencia de que si no comparecen las estudiantes no podrán ingresar al aula.

 

 

El que sufrió las consecuencias del insólito acto de vandalismo es el profesor Wilson González, un docente de geografía del nivel secundario de ese establecimiento. El miércoles por la tarde, entre las 13 y 14.15, el docente tomó un examen de recuperación a once de sus alumnos del 3er Año, de los cuales cinco reprobaron. Terminada la prueba, el profesor se retiró y caminó hasta su auto Volkswagen Gol estacionado sobre calle 9 de Julio. ‘Cuando iba llegando escuché cómo se desinflaba la cubierta y vi al auto todo rayado, con un vidrio roto. O sea, el ataque había sido en esos minutos’, relató el joven docente.

Otros estudiantes señalaron a tres chicas adolescentes, de entre 14 y 15 años, como las autoras del ataque.

Una de las ruedas traseras había sido tajeada. La luneta tenía un hueco producto de una pedrada y la puerta del baúl estaba abollada. Además, los dos costados del auto tenían grandes rayones. Al parecer, utilizaron unos hierros de construcción que aparecieron tirados a un lado.

‘No tengo bronca. Tengo tristeza, no puedo creer tanta violencia y agresividad por parte de alumnas tan jóvenes. Nunca me imaginé que serían capaz de esto y me preocupa qué va a ser de ellas’, expresó el docente, a quien le saldrá cara la travesura de las chicas. El seguro no le cubre nada y, según averiguó, deberá pagar al menos 2.000 pesos por la cubierta, 4.500 por la luneta y 16.000 por la chapa y pintura.