El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia formalizó la firma del resultado de las elecciones del 20 de octubre, que dieron la reelección al presidente Evo Morales sin necesidad de una segunda vuelta, pese a las quejas de la oposición.
Ese paso formal casi coincidió con la salida del coordinador técnico de la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) enviada a Bolivia para auditar los comicios, Arturo Espinosa, quien explicó que con esa decisión buscaba "no comprometer su imparcialidad".
Los miembros del TSE comparecieron en su sede en La Paz para formalizar la firma y negar las acusaciones de fraude. Un repentino cambio de tendencia en el recuento preliminar, que pasó de prever un balotaje entre Morales y el opositor Carlos Mesa a dar el triunfo en primera ronda al mandatario, dio paso el día después de las elecciones a denuncias de fraude.
Los integrantes del Tribunal advirtieron que la ley electoral impide anular la elección, en contra de lo que exige oposición que pretenden nuevos comicios. "En Bolivia una elección no reconoce nulidad y eso está en nuestra ley", explicó el vocal Idelfonso Mamani.
La presidenta de este órgano (TSE), María Eugenia Choque, lamentó que por informaciones "falsas" y "mentirosas" se haya desencadenado la violencia en el país.
Los miembros del tribunal celebraron este viernes una primera reunión con la misión de la OEA. El expresidente boliviano Carlos Mesa consideró que el mandatario Evo Morales busca consolidar un fraude.