El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, aseguró ayer que "no se van a cerrar las escuelas" en este momento de la pandemia y dijo que "si tiene que haber una disminución de la presencialidad" por la segunda ola de coronavirus, eso "no implicará la suspensión absoluta" de las actividades educativas.
En declaraciones a la agencia oficial de noticias Télam, Trotta expresó que "primero, hay que dejar en claro que estamos frente a una presencialidad reducida", ya que "en ninguna jurisdicción hay un regreso pleno" a las escuelas, que sólo admiten, como máximo, "la mitad de los chicos en forma simultánea".
Con las nuevas restricciones, "se plantea disminuir la circulación en términos generales, lo que puede impactar en la escuela, por supuesto", reconoció.
Aclaró que este escenario "debe incluir otras restricciones vinculadas a la socialización", y sostuvo que "los lugares cuidados hay que fortalecerlos fuera de la escuela; no es que (los chicos) puedan retomar todas las actividades" extracurriculares.
Trotta remarcó que "en las escuelas hay bajo riesgo de contagio, lo demuestra la evidencia".
"No se van a cerrar las escuelas", reafirmó, y consideró que "sí pueden ser afectadas en la mínima unidad geográfica posible" por restricciones de circulación. Es decir, por localidades y ya no suspensiones en las provincias enteras.
Las provincias coincidieron en adaptar para este año a cada región los acuerdos dispuestos por el Consejo Federal de Educación, según la cantidad de estudiantes y la situación de las escuelas. Las 24 jurisdicciones establecieron protocolos específicos para garantizar el regreso seguro a clases presenciales y para ello organizaron servicios bimodales, con asistencia parcial de alumnos o concurrencia rotativa.