El gobierno de Alberto Fernández reconoció este sábado que la circulación comunitaria de la variante Delta en la Argentina es inminente y desde el Ministerio de Educación ratificaron que, pese a que se incremente la cantidad de contagios, no habrá una marcha atrás en la presencialidad plena en las escuelas. Tanto la ministra de Salud, Carla Vizzotti, como su par de Educación, Nicolás Trotta, se manifestaron en declaraciones radiales y dieron a conocer cuáles son los próximos pasos en la agenda de gestión del Gobierno de cara al avance de la variante Delta.
Por un lado, Vizzotti pidió “valorar los esfuerzos” que hizo el Ejecutivo para demorar la llegada de esta nueva mutación del virus a la Argentina. La Casa Rosada aplicó un estricto cepo a los vuelos que llegan a nuestro país, que en su momento de mayores restricciones acumuló a dos mil argentinos por día varados en el extranjero.
La funcionaria advirtió por una rápida propagación de esta nueva mutación, aunque aclaró que todavía está lejos de ser la cepa predominante en la Argentina. “Hasta ayer la variante Delta se había detectado solo en casos de viajeros, ahora hay casos tanto en CABA como en Córdoba que están bajo investigación”, dijo en Radio 10. “Ahora tenemos algunos casos que ya no tienen esos contactos, lo cual significa que fueron adquiridos en la comunidad, pero de ninguna manera tenemos una circulación predominante de la cepa”.
Por su parte, el ministro de Educación celebró que este lunes haya un regreso pleno a la presencialidad en las aulas y ratificó que no habrá una marcha atrás pese a que se incremente la circulación de la variante Delta en los próximos días.
“Nosotros no vamos a volver para atrás con la presencialidad en las aulas. Creemos que hemos encontrado un equilibrio para cuidar la presencialidad y la salud”, afirmó Trotta en Radio Mitre.
“Algunas jurisdicciones empezaron (con las clases presenciales) el lunes pasado; el lunes comienzan el resto, Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Santa Cruz, por mencionar algunas jurisdicciones. Implica sostener los cuidados por la llegada de una variante del COVID a la Argentina, pero con el avance del proceso de vacunación, con la mejora de los indicadores sanitarios epidemiológicos podemos regresar en todo el territorio a las aulas de manera segura, sosteniendo los cuidados”, explicó el funcionario.
A la hora de explicar cuál es el índice que sigue el Ministerio para determinar cuándo habría una marcha atrás con la presencialidad plena, explicó: “Nuestro equilibrio es la tasa de incidencia. Mientras la tasa de incidencia no coloque a un territorio determinado en alarma epidemiológica, en todos los casos hay que sostenerla”.
“Para una escuela segura se vinculan una tasa de incidencia de circulación baja, inferior a los 500 casos cada 100 mil habitantes; la capacidad de respuesta del sistema sanitario, hoy esos dos factores son positivos, y luego el cumplimiento de los protocolos”, precisó.
En ese sentido, subrayó: “Uno de los elementos de los protocolos es la ventilación cruzada, que implica la apertura de las ventanas. Muchas jurisdicciones como la Provincia de Buenos Aires han adquirido medidores de dióxido de carbono, que permiten ver cómo está el aire en el aula para tener la apertura justa de la ventana, entre 5 y 7 centímetros y que las temperaturas no sean tan bajas dentro del aula”.
Al mismo tiempo, habló del distanciamiento dentro del aula: “Es una medida que tenemos que sostener, como el uso del tapaboca, con el desafío de intensificar la presencialidad de cara a toda la segunda mitad del año, sumando días, horas a partir del proceso de superación de la pandemia”, aseguró.
En este punto, Trotta criticó al gobierno de la Ciudad por haber modificado la distancia en los salones. “Cuestiono la medida previo a la variante Delta. Los especialistas nos han marcado la necesidad de sostener el distanciamiento físico de un metro y medio, en una medida que es extraescolar”, dijo el Ministro y le pidió a su par porteño, Fernán Quirós, que explique por qué no lo van a cumplir. “No solo (es) una norma que la Ciudad ha votado, sino una mirada casi unánime de la necesidad de sostener el distanciamiento y ahora mucho más con la preocupación de las últimas 72 horas con la posibilidad de circulación de la variante Delta en el país”, insistió.
La provincia de Buenos Aires confirmó un total de 22 casos de la variante Delta y un total de 17 personas fueron confirmadas como positivas en Córdoba, lo que derivó en el aislamiento de unas 250 por ser contactos estrechos, mientras que cinco personas fueron detenidas acusadas de propagar el virus en esa provincia, informaron fuentes sanitarias y judiciales.
En tanto, en la ciudad de Buenos Aires, notificaron dos casos con la variante Delta, los cuales, a diferencia de otros confirmados en las provincias de Córdoba y Salta, no presentan nexo epidemiológico conocido con viajeros.